21: ¿Te irás?

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••• Alex •••

—Alex...

Me quedé mirándola sin decir nada.

¿Qué me está pasando?

—Pasa. — Ella se hizo a un lado para que pasara.

Entre a la casa y la seguí hasta que llegamos a su cuarto.

Cerró la puerta y se sentó como chinito en la cama con una almohada entre los brazos. Me senté en su escritorio.

—¿Y Alexis? ¿Qué a sido de tu vida?

—Eh... Yo...

¿Qué esta sucediendo?

—Alex, soy yo, no un fantasma —dijo riendo porque no respondí.

Sonreí mientras negaba con la cabeza.

—Nada interesante, ¿y tu? —Hice una pausa. — ¿Qué le pasó a la chica de la que me enamoré?

Ella tomó la almohada y me la lanzó.

—¡Alexis! No digas tonterías...

—No lo son.

Esa chica estaba delante de mi, con una sonrisa... ¿Realmente es ella?

—¡Alex!— exclamó avergonzada.

—¿Que? —dije sonriendo.

—¿Aún sigo siendo esa chica? —preguntó con tono irónico.

No entendí su pregunta y lo notó.

—¿Aún sigo siendo la chica de la que te enamoraste? —preguntó mirándome a los ojos— ¿Aún sigo siendo el amor de tu vida?.

Me quedé en silencio.

Esas eran dos de las preguntas que me venían atormentado desde que se fue.

~¿Aún la amas?

—¿En serio hablas de amor?— hice una pausa.

Mil recuerdos azotaron mi inestable mente.

—No lo sé, Dalia... —Sonreí. —Creo que... —Me miraba expectante, atenta a mis palabras. —Dime... ¿Tú me amas? —pregunté.

Ambos quedamos en silencio.

—Supongo que estamos a mano. —me levanté. —¿Algo más?

—Este es el Adiós definitivo, ya no volveré. — supongo que eso de una amenaza?

¿Y a mí que me importa?

—Bien. Mándale saludos a tu novio. —Sonreí. —¡Ah, espera! Ese se suponía que era yo. — agregué con mala intención.

—Aun sigues siendo un idiota Alex. — Se rió forzadamente.

—¿Idiota? ¿Queres saber qué es ser idiota? — me acerqué mirándola furioso. — ¡ME DIJISTE QUE NADA IBA A CAMBIAR ENTRE LOS DOS! IBAS A ESPERARME Y TE CREÍ COMO UN IDIOTA—sus ojos se cristalizaron al igual que los míos— DIJISTE QUE ESPERARÍAS A QUE ME MUDARA A FRANCIA.

Desvíe la mirada.

—No lo hiciste. Me fallaste, te metiste con ese francesito de clase alta, me dejaste, no me hablaste durante un puto año y ahora vuelves y preguntas si aun te amo, ¿A caso esperas a te diga que estoy locamente enamorado de ti? ¿Que quiero volver contigo y que todo sea como antes? —mordí mi labio al ver cómo las lágrimas empapaban sus mejillas.

Mierda.

— Es muy estúpido hablar de amor a nuestra edad. Se acabó Dalia, basta de tus juegos. Ya debes madurar. Ya no somos niños de 13 años jurando amor eterno, no existe el verdadero amor, ¡despierta! esto no es un cuento de adas ni una puta novela cliché de Wattpad dónde vienes arrepentida y dices que me amas y todo vuelve a ser normal con un final feliz.

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