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Londres, mansión Kim, 08 de Noviembre 1933.

—Vamos amor, tu puedes— Namjoon comenzaba a desesperarse, pues su esposa Angelina daba a luz a su primer hijo después de años de intentarlo.

Después de la muerte del señor Kim todo cambio, poco entraban a la mansión, Namjoon no hacia fiestas y si tenía reuniones se hacían en otra casa cercana al pueblo mandada a ser construida por él. Angelina salía con sus amigas, y regresaba temprano, la servidumbre ahora era poca, no confiaba en nadie; después de todo nunca encontró al asesino de su padre.

Taehyung escuchaba los gritos desde el bosque, últimamente las noches eran cálidas y el bosque tenía flores que nunca había visto, de hecho desde que Angelina había quedado embarazada muchas cosas cambiaron. Por ejemplo, Taehyung tenía la necesidad de tenerla cerca y vigilarla que no se hiciera ni un rasguño, el bosque florecía cuando jamás pasaba, había más color en algunas partes y a sus veintitrés años de vida sentía que le faltaba algo importante, y aun no descubría que ni leyendo todos los libros de la gran biblioteca.

El llanto de un bebe se hizo presente y sin más apareció en una de las esquinas de la habitación, Namjoon tenía lágrimas en sus ojos mientras tomaba en brazos a un bebe pequeño y bañado en sangre. Este lloraba y Angelina sonreía cansada mientras la partera la ayudaba.

—Nam...— susurro con voz ronca.

—Salga— la partera asintió y cerró la puerta— Tae... ven acércate— la cortina se cerró por si sola y el chico camino lentamente hasta situarse al lado de su hermano— quiero presentarte a mi hija... es hermosa ¿Verdad?

Este trago en seco cuando unos hermosos ojos de color miel chocaron con los suyos verdosos, algo cálido lo abrazo y un sentimiento de protección y posesión lo embargo.

Era tan hermosa.

— ¿Cómo...?

—NamGi— Angelina rio por el nombre que escogió Namjoon— No te rías, es perfecto.

—Sí, amor.

Taehyung no quería tocarla, pues recordaba lo helado que él era así que sintiendo una tristeza extraña dio un paso hacia atrás.

— ¿Sucede algo, tae?

—No... debo volver.

Sin más desaprecio.

...

Las noches para Taehyung eran para cuidar a la pequeña que estaba dormida en una cuna, sentía la necesidad de tenerla todo el día consigo y cuando sus ojos chocaban se sentía en plenitud.

Y así fue pasando el tiempo, la familia Kim estaba feliz y sonreían por la alegría de tener una pequeña en casa, entonces lo que sorprendió a los padres de la pequeña y al joven platinado fue lo sucedido apenas cumplió los cinco años.

Aquella tarde soleada la familia Kim compartía en el pasto cerca de la entrada al bosque, después de todo Taehyung no podía estar al sol y este observaba a la pequeña de cabellos castaños con lacitos correr, su vestido blanco se balanceaba de un lado a otro hasta que se paró en frente, justo donde él se encontraba, sus ojos chocaron y ella sonrió estirando su manito.

—Verde.

Taehyung se sentó de golpe mientras sus ojos se ampliaban más de los normal... ella ¿Podía verlo?

—NamGi... ¿Puedes verme?

—Sí.

— ¡Namjoon!

El grito los hizo correr y ese día no comprendieron porque la niña pudo visualizar al joven platinado.

Tiempo después, NamGi se había familiarizado con el hombre de ojos bonitos, ella sonreía cuando aparecía en su habitación de papel rosa, cuando su padre la enseñaba a leer y Taehyung estaba en alguna esquina leyendo y haciéndole compañía.

NamGi 10 años.

— ¿Qué haces?— pregunto Taehyung al verla traer una canasta y sentarse justo al frente de este.

—Papa me conto que eres un rey... ¿Es verdad?

—Algo así— Taehyung le había pedido a Namjoon jamás contarle la verdad a su hija, no contarle que eran hermanos, pues ¿cómo explicaría que ella, su madre y padre podían verlo pero nadie mas no?—Solo que mi reino no está aquí.

— ¿Algún día podrías mostrarme tu reino?— dijo mientras sacaba pinzas, ramas y flores.

—Quisiera, pero mi reino es muy... distinto a todo lo que has leído pequeña.

NamGi solo asintió mientras colocaba flores en las ramas y construía algo parecido a un círculo.

— ¿Qué haces?— parpadeo cuando ella se levantó y se acercó.

—Pues... tienes un reino, eres un rey pero sin corona— sonrió mientras le colocaba la corona de flores— Ahora ya posees una.

Esa fue la primera vez que Taehyung se sonrojo.

NamGi 18 años.

— ¡Taehyung!— grito mientras entraba a casa.

Años después la servidumbre no entendía porque la niña gritaba aquel nombre, para todos ese niño jamás había existido y su padre no decía nada.

—NamGi deja la gritadera, eres una señorita— reprendió Namjoon mientras bajaba las escaleras.

— ¿Saldrás, padre?

—Tu madre y yo asistiremos a un baile, te quedaras con la nana y algunas de la servidumbre— se paró frente ella, NamGi era baja— Taehyung debe estar arriba buscando los libros que le pediste como loca.

—Debe hacerlo, prometió enseñarme alemán y todavía no lo ha hecho— negó haciendo que sus cabellos se movieran— Madre podrá estar de pie con esa panza.

—NamGi habla bien— reprendió Namjoon, si Angelina esperaba otro hijo después de años—estaremos solo unas horas, es para hacer negocios con el extranjero.

—Ten cuidado ¿Si?— este asintió besando su frente—cuídate y come por favor.

Después de despedirse de sus padres prosiguió a subir hasta los piso superiores, no había visto a Taehyung desde que fue a tomar el tedioso té con el hijo de la familia Rasaba, en serio se había aburrido con el pretencioso chico de ojos azules.

Taehyung los tenía más bonitos.

Camino a paso tranquilo y se detuvo frente a la puerta del joven platinado que jamás cambiaba ni envejecía, tomo el pomo y abrió. Sus ojos se ampliaron llenándose de lágrimas y sus manos fueron directo a su boca al ver aquella imagen.

Taehyung estaba encima de una de las sirvientas, esta no poseía garganta, no tenía ojos, ni dedos. El estómago estaba abierto dejando al descubierto los órganos y grandes manchas y charcos de sangre que estaban alrededor. Taehyung trago y se levantó de golpe, no la había sentido la sed de sangre le gano.

Trato de acercarse pero ella dio pasos hacia atrás pálida, jamás espero ver esa imagen en su vida.

—NamGi...

Pero esta se desmayó.

Pero esta se desmayó

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GOOD/EVIL MUNDO DE SOMBRAS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora