GOOD/EVIL MUNDO DE SOMBRAS ©

11

NamGi fue arrastrada fuera de la mansión Kim mientras gritaba con dolor el nombre de su madre, esta agonizaba en el suelo tratando de mantenerse consiente si Namjoon llegaba.

La joven chica era llevada por dos de aquellos hombres, no sabía qué hacer, la puerta se alejaba más y más, y aquel que había atravesado a su madre seguía allí. Uno de ellos soltó su brazo para abrir el carruaje que la llevaría hasta su nueva casa, pero aun con la fuerza que no sabía de donde sacaba tomo la espada del cinturón del otro y corrió como pudo al lugar que se le había prohibido si él no estaba.

Ya no le importaba nada, su madre moriría y ella lo sabía, su padre... oh, su pobre padre sucumbiría de depresión al saber que su dulce y amada mujer perecería, al igual que su hijo.

NamGi corrió, sus pulmones ardían mientras escuchaba su nombre ser gritado por el de ojos azules, trataba de encontrar aire entre las lágrimas y el dolor en su pecho ¿Qué haría si ella no estaba? ¿Cómo seguiría si su pilar principal estaba muriendo?

— ¡Taehyung!— grito con pocas fuerzas mientras visualizaba la entrada del bosque.

¿Dónde estaba? ¿Por qué no la escuchaba?

— ¡Taehyung!— volvió a gritar pisando ya la hierba muerta, detrás aquel joven se detuvo abruptamente. — Por favor...

— ¡NamGi vuelve aquí, ahora!— grito el hombre.

—Por favor... por favor...— decía mientras apretaba la espada entre sus manos, el filo se incrustaba poco poco— te lo suplico, verde...

A pesar de llamarlo sentía que no estaba allí, que no lo tenía cerca y eso la hizo detenerse en sus llamados de dolor y sufrimiento. Con sus manos temblorosas y su mirada entristecida miro hasta más allá del bosque; negro.

Solo eso pudo ver, solo negro. Donde las personas morían, donde desaparecerían... de donde el vino.

NamGi tomo fuerza y levanto la espada con ambos brazos extendido dejando el filo y dirigiéndolo a su pecho, si su madre ya no estaba ¿Para qué seguir? Si su padre muere de tristeza ¿Qué haría ella? Si el ya no vuelve...

—Perdóname mamá, por no haberte salvado...— susurro con voz entrecortada— perdóname padre, por ser frágil y débil; tan cobarde... y perdóname Taehyung, por no comprenderte y amarte de esta manera prohibida.

Y apretando los dientes dirigió la espada hacia su pecho escuchando de fondo lo gritos del hombre quien pedía se detuviera, cuando el filo estaba a punto de tocar aquella tersa y suave piel esta desapareció convirtiéndose en plumas negras, oscuras.

El asombro y los ojos del chico que lo vio fue digno de una fotografía. Una helada y suave mano se posó en su mentón alzándolo, una mirada verde oscura, opaca y llena de tristeza fue puesta en aquellos hermosos ojos que lo dominaban sin hechizo alguno.

— ¿Tae...?

—Mi dulce— tomo sus mejillas— ¿Qué te han hecho?— su voz más ronca sonó en sus oídos, pero ella solo puedo dejarse caer agotada y vencida en sus brazos. Taehyung noto moretones y rasguños junto al olor a sangre de sus manos y de la casa.

La tomo colocándola contra su pecho y, dejando salir la única lagrima negra de su ojo izquierdo, olfateaba su perfume a jazmín y su cuerpo estaba tan agotado. Ella iba a quitarse la vida delante de su reino.

Su mirada opaca visualizo a los que estaban frente al bosque, sus ojos verdosos chocaron contra aquel hombre de mirada azulada quien apretaba los puños al ver como aquel ser tomaba posesivamente a su muñeca.

—Aléjate de ella, demonio.

—Oh... ¿Puedes verme, basura?— sonrió tétricamente mientras se levantaba, en su brazos estilo princesa estaba la mujer de su vida. — sabía que la junta contigo traería problemas.

— ¿Quién eres?— pregunto en cuanto lo vio detenerse en la entrada— te daré a mis hombres a cambio de mi esposa, no te la comas.

Taehyung soltó una risa para nada graciosa, solo esperaba que el sol bajara, solo un poco más y lo acabaría.

— ¿Crees que ofreciéndome a la porquería de tu gente valdrá más que mi mujer?— el chico abrió sus ojos de más mientras Taehyung sonrió de lado— Oh... ¡Sorpresa! ¿No sabias que la mujer que tengo en mis brazos es mía?

— ¡Mientes!— grito colérico— ¡Sus padres me la dieron, es mía!

—Namjoon no estaría desquiciado para darle a una basura humana como tú a mi chica— chasqueo la lengua— eres un pobre ser...

— ¡Cállate y devuélveme mi propiedad!

Cinco

—Yo que tu... comienzo a correr.

Cuatro

—Me gustan las presas... en especial las que corren por su vida.

Tres

—Más cuando no valen nada, más cuando le arranco la garganta.

Dos

El chico de ojos azulados dio pasos atrás cuando venas negras salieron a los lados de sus ojos y la pupila abarcaba todo este, tenía una sonrisa ladina y sus colmillos estaban afilados.

—Corre

Uno

Sin más la neblina tomo absolutamente todo, Taehyung ya no estaba y el chico se aterro; corrió lo más que pudo con espada en mano y se subió al caballo dando órdenes, si salía vivo de eso buscaría nuevamente a su muñeca.

Taehyung observo como los caballos salían disparados de allí, no se preocupó por seguirlo, sabía dónde estaban. Con cuidado deposito a la dulce chica en su cama tapándola con sus cobijas de seda blanca, sus dedos helados recorrieron cada espacio de su cara, pestañas, nariz, boca, todo. La amaba y lamentaba haberse ido por creer que era malvado para ella para estar siempre a su lado.

Se equivocó.

—Descansa amor, lo siento— dijo tristemente mientras dejaba un helado beso en su cabeza— Yeontan— sintió una presencia oscura.

—Mi amo— reverencio, sus ojos se posaron en la chica dormida— ¿Quién...?

—Tu reina— dijo sin más levantándose, encaro al chico— hechiza la casa, que nadie toque nada hasta que mi hermano ponga un pie en ella.

—Sí, amo.

—Praesentia tua in Rasaba mansione videatur, ángelus purissimus cadat ante tentationem manaus mee et maledictionis. Omnes ad ínferos ibit auditurus de Regina mea. — Que tu presencia sea vista por la mansión Rasaba, que el más puro ángel caiga ante la tentación d mi mano y maldición. Todos irán al infierno por tocar a mi reina.

—Sic, rex meus, dominus meus tenebrarum. —Sí, mi rey, mi señor, mi amo de la oscuridad.

—Ahora ve... es momento de cazar.