Las prominentes ojeras llamaban la atención de las personas, su caminar era lento y seguía oyendo a pesar de saber que nadie estaba a su lado un canto. Era desesperante.
Camina, Héctor...
Sigue derecho hasta el fin del mundo, camina recto y adéntrate a la oscuridad.
Fúndete allí
Apretó fuertemente los ojos y sus manos fueron a sus oídos, era aterrador escuchar voces, y todas distintas pero con un mismo propósito, que fuera al bosque oscuro.
—Héctor— miro al frente, su madre lo miraba tristemente, ambos compartían las mismas ojeras— vamos a la iglesia cariño, es momento.
Temblando tomo la mano fría de su hijo, el chico se dejaba llevar por su madre a aquella iglesia que ocupaba el difunto padre.
Al entrar escucho por última vez una risa; entonces una corriente eléctrica atravesó su pecho haciéndolo jadear, se ahogaba, algo quemaba. Su madre asustada miraba dentro, pero no había nadie, o eso creía.
— ¡Oh por los cielos!— exclamo una mujer— ¡George ven!
George, aquel que visitaba la casa de los Kim salió detrás de una puerta pequeña, corrió en su ayuda. El chico jadeaba por aire mientras manchas rojas aparecían en su piel, le quemaban.
—Buscare agua bendita— corrió hasta la pequeña fuente, su mujer, Natalia abrazaba a la madre del chico que no sabía qué hacer en un momento como ese. — Permítame— con cuidado vertía agua desde sus manos hasta la cabeza rezando en un idioma no reconocido para ella, el chico grito y se revolcó de un lado a otro, los oídos le pitaban y su vista estaba completamente borrosa.
Era perturbarte ver como sus manos se volteaban, como sus extremidades se retorcían y su boca se abría mostrando la dentadura entera del joven Héctor. La madre lloraba asustada, los dedos del chico comenzaron a moverse de forma extraña y luego clavo sus cortas uñas en sus oídos, le sangraban.
Reía y reía, se burlaba mientras ese hombre sudaba, gritaba que le diera su nombre y este solo sacaba la lengua en señal de diversión.
— ¡Pare ya, le hace daño!— grito la mujer.
—Tranquilícese, no pasara nada.
Natalia trataba de mantener a la mujer alejada, su esposo hacia un exorcismo en ese momento, quería que sacaran a esa cosa demoniaca de aquel chico. Entonces paso, el joven cerro sus ojos y respiro con tranquilidad.
— ¿Qué ha pasado?
—No se angustie, solo se durmió— el hombre jadeo, no había parado de profesar las pablaras enseñadas—debe descansar, ahora.
La mujer corrió hasta el chico, sus manos comenzaron a tener aquella temperatura normal. Tomo su cabeza y la coloco en sus piernas mientras rezaba agradecida.
—George...
—Había algo dentro del chico, pero...— suspiro pasando su mano por su sudorosa frente— aunque hable, y lo orille— la miro— solo se burlaba, como si esperara que hiciese esto.
—No hay probabilidad, lo has hecho antes— tomo las manos de su esposo— ¿Dijo su nombre?
—No, solo gruñía— negó— sea... lo que sea, es fuerte.
—Dios— susurro, años se habían enfrentado a esto, era una sorpresa encontrar a veces el nombre de los demonios— pero... fue muy fácil.
—Como te dije, creo que esperaba que lo atacase. — respondió, su vista fija en la pequeña ventana— que hiciese algo, y luego darle lo que quería.
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GOOD/EVIL MUNDO DE SOMBRAS ©
FanfictionUn niño. Un sacrificio. Un hombre. Un demonio. Una mujer. Un amor. Un rey. -Historia completamente de mi autoría. -No acepto copias y/o adaptaciones. -Fanfic con escenas +18... si eres menor de edad queda bajo tu responsabilidad la lectura. -Termin...