6. Kyungsoo

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Siempre escuché que las parejas celebran los cien días juntos. Los aniversarios son importantes en este país. Y aún así, a veces dos personas que se aman no cuentan los días, los meses y los años que están juntos. Algo así me pasa con Kyungsoo. Sé que todavía somos muy jóvenes, pero nosotros también podemos sentir emociones muy intensas, ¿verdad? Mi mamá dice que esta es la edad en la que deberíamos ser capaces de disfrutar de eso, porque así aprenderemos a lidiar con lo demás en el futuro. Creo que entendí que si quiero aprender de la vida, que sea a su lado.

Cuando Kyungsoo tenía trece años, en 2006, se encontró por pura casualidad con las dos personas más bulliciosas que había podido conocer en toda su vida. Por eso todavía no podía entender cómo se terminaron convirtiendo en sus mejores amigos y tampoco entendía cómo fue que terminó llevándose tan bien con ese par de engendros. Tres personas comprendían su vida social esencial: Chanyeol y Baekhyun eran mayores a él, Jongin era menor a él. Parecía como si no fuera capaz de llevarse bien con gente de su edad. Tal vez el problema realmente era él.

–Yo tengo una duda: ¿cuándo piensas dormir con Jongin?

La pregunta de Baekhyun hizo que la leche que Chanyeol estaba tomando se le saliera por la nariz. Los dos se echaron a reír de manera tan escandalosa mientras el gigante intentaba limpiarse un poco y recuperar su dignidad. Kyungsoo rodó los ojos mientras los golpeaba a cada uno en la cabeza  y luego le lanzó a Chanyeol un pañuelo para que se limpiara la cara.

–¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Vas a hacer que a Kyungsoo se le salga humo por las orejas!– comentó el chico todavía ahogándose un poco. 

–Estoy de acuerdo con eso. Es algo demasiado personal para que lo preguntes como si se tratara del clima. Primero, somos demasiado jóvenes y nuestra relación todavía no ha llegado a ese punto. ¿Cómo puedes pensar que vamos a acosarnos? Después, si esa fuera nuestra situación... ¿qué te hace pensar que voy a venir a contarte los detalles?– el muchacho frunció el ceño, fastidiado.

–No es mi culpa tener curiosidad. Los he visto besarse– Baekhyun hizo una mueca burlona. –En mi vida he visto tanta pasión desenfrenada. Ese amor no es algo que se pueda comparar con nada. 

–¿De qué estás hablando?– exigió saber Kyungsoo aún más molesto. –Jamás nos hemos besado en público. Estás mintiendo. 

–Eso es lo que tú crees– Baek le guió el ojo y Chanyeol decidió intervenir.

–Yo creo que estoy se va a poner feo, así que mejor me voy a mi casa. Esta vez, no te ayudaré a esconder el cadáver, Soo. Lo siento.

Si bien esa conversación terminó con Kyungsoo golpeando a uno de sus amigos y con el gigante intentando evitar que cometiera homicidio, había algo de realidad en las palabras de Byun Baekhyun. Kyungsoo y Jongin estaban total y absolutamente locos el uno por el otro. El inocente beso con el que empezaron su relación desencadenó un enamoramiento profundo y veloz. Cada día que pasaba, los jóvenes parecían más y más atrapados por las fortísimas emociones que experimentaban en cada encuentro. No iba a admitirlo, pero Kyungsoo también pensaba que sus besos eran los más apasionados jamás dados. 

El mayor de los dos parecía como si se unieran por un imán. Jongin no podía evitar acercarse, tocar, acariciar y hasta observar a Kyungsoo en ningún momento. De los dos, era el que menos podía disimular en todos los aspectos. Lo buscaba para comer, para regresar juntos a casa y hasta para estudiar. Si bien el chico sacaba buenas notas, le pedía a su hyung tutorías para tener une excusa de pasarse tanto tiempo como podía a su lado.

Así es como empezaron a visitarse con más frecuencia de lo normal. Sus respectivas habitaciones se convirtieron en los escondites perfectos para sus intensos encuentros. Se necesitaban tanto, que empezaron a hacer todo con el otro: lo académico, lo social, lo personal. Se volvieron obvios, todo el mundo en su colegio hablaba en voz baja acerca de la relación que tenían. Nadie se atrevía a hacer preguntas, porque Jongin era muy hábil para fingir demencia o cambiar de tema y la mirada asesina de Kyungsoo intimidaba a demasiadas personas para que fueran capaces de insistir.

Jung-gan-eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora