Jung-gan-e

9. Kadi

Kadi llegó en un momento en mi vida en el que la estaba pasando realmente mal y me sentía emocionalmente acabado. Tal vez parecía que no era así, pero pensaba que siempre iba a ser abandonado. Ella se convirtió en una pequeña luz en medio de todas las cosas que parecían desaparecer y oscurecerse en mi vida, como si lo perdiera todo. Tal vez por eso me refugié en ella, tal vez por eso me enamoré. Tal vez por eso las cosas se dieron de esta forma. Las cosas iban muy bien entre los dos y ambos intentábamos avanzar de alguna manera. Entonces, ¿por qué me hizo todas esas preguntas?

***

–Creo que esta conversación está perdiendo el rumbo. Se supone que yo quería hacer que te sintieras mejor– Jongin se sentó al lado de su novia y suspiró. –¿Estás dudando de mí? ¿Piensas que veo a alguien más?

–No– respondió la muchacha con sinceridad. –Sólo estuve pensando un poco acerca de nuestra relación. ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Estabas siempre tan ausente, incluso cuando parecía que estabas bien, había algo en tu mirada que me hacía querer protegerte.

–¿Así me veía?– preguntó el chico curioso.

–Cuando nos hicimos cercanos junté valor y un día te pregunté por qué. Lo negaste al principio, pero luego conseguí que me contaras  que estabas triste porque tu mejor amigo se había ido del país y que lo extrañabas mucho. Me contaste que estaba en un lugar muy lejano y que era complicado mantener la comunicación por la diferencia horaria y así fue como poco a poco pasaron de conversar de manera intermitente hasta que al final dejaron de hablarse.

–Sí, recuerdo que te conté esa historia– Jongin hizo una mueca. –¿Por qué estabas pensando en eso ahora?

–La cosa es que también me contaste sobre tu primer amor. Fuimos a un karaoke y los sunbaes nos dieron demasiada cerveza con soju. Hablamos de primeros amores y te negaste a decir nada. Yo insistí mucho, porque tú jamás quieres hablar de nada ni contarme nada, pero lloraste y confesaste que la persona que más habías querido en el mundo se había ido lejos y que no habías tenido oportunidad de verla de nuevo.

Kadi cruzó los brazos y suspiró. Sus ojos tenían un brillo especial, ese que se encendía cuando su mente trabajaba. El nerviosismo en el muchacho se notaba. Era capaz de darse cuenta que sufría porque ella ya estaba sacando conclusiones. Estaba segura de que intentaría cambiar de tema o negarlo. De que haría algo que para solucionar el asunto de la mejor manera, como siempre hacía. Pero el tema no era como una pequeña discusión, era algo mucho más profundo y complejo.

–Tu mejor amigo y tu primer amor, ¿son la misma persona?

–¿Por qué quieres saber estas cosas?– quiso saber Jongin, sintiéndose devastado sólo por tener que revivir muchos recuerdos dolorosos. –¿A dónde quieres llegar con esto?

–Mi hermana está pasando por una separación dolorosa porque nunca dijo las cosas como eran. Fingía ser feliz mientras sabía que ese embaucador hacía lo que quería. Se alimentó con sus propias mentiras de que todo se solucionaría mágicamente. No quiero que algo así nos pase.

–Kadi, yo no estoy viendo a nadie más, no estoy teniendo una aventura, no te estoy engañando. Jamás lo haría. 

–Y yo no te estoy acusando– aseguró la chica. –No estoy aquí para interrogarte o acusarte falsamente, sólo quiero que dejemos ciertas cosas claras si realmente queremos que esto funcione.

–¿Qué es lo que no está claro para ti?– Jongin se cubrió el rostro. Parecía un poco molesto, pero al mismo tiempo preocupado. –¿Hay algo de mí que te moleste? ¿Realmente piensas que sería capaz de engañarte y de hacerte daño?