15. Kadi

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Jongdae y Sehun no me dieron muchos detalles sobre lo que pasó con Kadi. Dijeron que nos aconsejarían, pero que no querían involucrarse demasiado. Mi primo incluso me dijo que habían ido muy lejos y que lo mejor es que debíamos hablar y llegar a un acuerdo, como siempre lo haríamos. Me pidió que hagamos lo posible para no lastimarnos y que seamos honestos. Entendí la indirecta. Parece como si todo el mundo estuviera dispuesto a hacerme hablar sobre Kyungsoo. Yo no estoy listo para esto.

Jongin sabía que Kadi estaba preocupada por su relación anterior. Si bien eso nunca había sido un problema antes, las cosas se complicaron cuando ella se enteró que su enamoramiento no había sido algo pasajero. Intentó ser honesto consigo mismo y descubrió que tal vez sí tenía un problema. Jamás había superado su ruptura y eso influía directamente en sus miedos. Vivía permanentemente pensando que si se entregaba de nuevo a alguien como lo hizo con su primer novio, sería abandonado de nuevo.

Sin embargo, las cosas podían ser diferentes con Kadi. Su relación era diferente, no tenía ni las limitaciones ni los problemas que tuvo con otra persona en su pasado. Era complicado superar ese tipo de amores contrariados, pero no era imposible. Era un estudiante universitario, tenía un futuro prometedor y una novia que se merecía ser adorada. No podía ser tan tonto de aferrarse a un pasado del que nadie tenía culpa. Las coincidencias pasan, a veces son afortunadas y otras desafortunadas. Debía aprovechar las cosas buenas que le pasaban, como conocer a Kadi y ser feliz a su lado.

El problema era que ella había descubierto su vulnerabilidad del pasado y temía nunca ser suficiente. Ella lo era, era suficiente, era demasiado. Era inteligente y considerada, era bonita y encantadora. Jongin tenía demasiada suerte. Era comprensiva y lograrían superar ese obstáculo como cualquier otro. Pero no podía prometer con palabras vacías, debía hacerlo con acciones. Ciertas cosas no se dicen, se hacen. Eso es lo que Jongin comprendió con la pelea más fuerte de toda su relación: debía actuar.

Así que se puso manos a la obra. Pensó en todas las cosas que eventualmente podrían demostrar fragilidad o fallas en su noviazgo. También hizo una crítica constructiva de él mismo, de Kadi y de su relación. Pensó en todos las cosas que alguna vez habían sido un problema y en las cosas que podrían pasar en el futuro para tener una solución previa. Nada lo tomaría desprevenido. No dejaría que otra persona maravillosa se escape de su vida.

Trabajó duro toda la semana que Kadi le pidió para penar y reconsiderar todo. Hizo planes, buscó opciones, preparó cada palabra que le diría con cuidado. Organizó sus prioridades, ordenó sus ideas, entendió sus propios sentimientos. Estaba dispuesto a ser completamente honesto y dejar que las personas que le querían le aconsejaran y le ayudaran a superar sus miedos, así como estaba dispuesto a ser un apoyo incondicional para los demás. Quería ser un adulto fundíonal con las personas correctas a su lado.

El lugar donde Jongin y Kadi se encontraron tenía a muchas parejas conversando alegremente y comiendo dulces juntos. Ellos no eran la excepción, pero su ánimo no era tan brillante como el del resto de las mesas. La muchacha parecía especialmente retraída y triste, algo que Jongin intentó arreglar.

–Estuve pensando todo este tiempo– comenzó el chico con una sonrisa.

–Yo también– respondió ella con menos entusiasmo.

–Preparé esto.

Jongin le entregó todos los planes que había hecho. Era un trabajo admirable. Kadi revisó cada papel, cada explicación, cada detalle de las listas y de los párrafos que había escrito. Estaba sinceramente impresionada. Estaba conmovida y hasta enternecida. Por eso le dolió aún más lo que estaba pasando.

–¿Qué es todo esto?– quiso saber.

–Es un plan de vida. Está abierto a cambios, pero estuve pensando que tal vez necesitamos avanzar. Es mi culpa estar atrapado por mi pasado, así que decidí enfocarme en el futuro. Un futuro contigo. Podemos empezar de a poco, hablar de nuestras inseguridades como individuos y como pareja y superar las cosas juntos. Luego podremos seguir y buscar un lugar para mudarnos. Mira, este es el mapa de la ciudad... marqué los barrios que mejor nos convendrían.

–Jongin...

–No digo que vivamos juntos ahora o que nos comprometamos tan pronto. Son planes a largo plazo, pero son mi forma de demostrar que en serio quiero esto. Tienes razón, tal vez no me abrí ni me entregué por completo antes. Pero tenía miedo– confesó el chico.

–Yo entiendo... pero...

–Un paso a la vez. No voy a presionarte. Te muestro esto como un borrador, vamos a construir esto los dos. Las decisiones son conjuntas, pero quiero mostrarte mi esfuerzo. Dejaré todo atrás... te lo prometo.

–No debes hacer esto por mí– susurró Kadi, aguantando las ganas de llorar.

–Lo hago por los dos– Jongin tomó sus manos y ella se mordió los labios.

–Yo estaba pensando en otra posibilidad.

–¿Otra posibilidad?– la expresión de su novia era extraña y el chico tuvo un mal presentimiento.

–Sí. Pensé que lo mejor era dejar de vernos por un tiempo. Separarnos para poder darnos cuenta si de verdad fue una buena idea estar juntos.

–¿Qué?

Jongin se quedó atónito. Al principio no supo cómo reaccionar, pero luego tomó todas sus notas y las recogió dejándolas a un lado. Kadi estaba actuando de forma extraña. Ella que normalmente era tan compasiva, parecía estar intentando ser cruel con él. ¿Tal era su resentimiento? ¿Era tan fácil para ella rendirse?

–Debí decirte esto antes, perdóname– la chica sollozó y Jongin negó con la cabeza.

–¿Por qué haces esto?

–Por tu bien. Por mi bien. Por los dos. Dijiste que querías ser honesto y estoy orgullosa de todo lo que has hecho. Pero debes ser honesto otra vez– comentó la chica con la voz rota.

–¿Honesto con respecto a qué?

–Nuestra relación... ¿en serio piensas que avanzaba?

Aquello fue un golpe fuerte, especialmente porque era cierto. Desde que habían empezado a salir no habían retrocedido, pero tampoco habían avanzado. Se habían quedado estáticos, en una relación que no iba a ningún lado. Eran tan amigos como antes de ser novios y no eran una pareja con otra aspiración que no fuera estar cómodo en los brazos del otro. Kadi lloraba en silencio y Jongin no pudo hacer otra cosa que imitarla. Dolía. Dolía muchísimo darse cuenta de la verdad.

–¿Qué estuvimos haciendo todo este tiempo?– se preguntó ella.

–Cuidándonos. 

Jung-gan-eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora