Diario de un Monstruo

Fetish

25 de Mayo

En las últimas semanas los noticieros no han dejado de mencionar mi trabajo, arrojando los "avances" de las investigaciones policiacas, ¡pobres! Les tomó tres piezas darse cuenta de mi sello personal. Para ellos todo debe representar un patrón, existir conexiones tangibles; elucubran planes inconexos y estúpidos, sin darse cuenta que lo único que tienen en común mis trabajos es la razón, obvia y visible, que me hizo elegirlos.

La policía lo llama fetiche, apuntando a un supuesto desvió en mi vida sexual, producto de una serie de barbaridades probablemente ocurridas en mi niñez. Al inicio, con los primeras dos piezas (Blanca Nieves y Bella Durmiente), creyeron que se trataba de un degenerado con una fijación enferma por los cadáveres. Qué estupidez.

Cambiaron de idea cuando apareció el tercero (Barba Azul), personalmente uno de mis trabajos favoritos y de los más satisfactoriamente complejos; él sí estaba enfermo, pero lo gracioso es que nadie en vida pareció notarlo. Sólo bastó algo de pintura en la fachada de una casa para que los vecinos (y eventualmente los ineptos de la policía), dieran con el sótano del tipo, su cadáver y el de sus dos ex esposas.

El furor en los medios duró meses en los que se debatía si era obra de un héroe o un villano, y si acaso estaba relacionado con los dos cuadros anteriores. Las dudas se esfumaron cuando volví a entrar en acción...

Me considero un hombre sencillo, que encuentra el placer más allá de lo mundano, y no deseo ni pretendo encontrar satisfacción sexual a través de mi trabajo. Que disfrute lo que hago no significa que me masturbe con ello.

También han dicho que hay algo ritualista y altamente fetichista (¡otra vez con esa palabra!), en los trofeos que me llevo conmigo. Creen que me los como o que estoy en una esquina con un carrito de hot-dogs vendiéndoselos a peatones incautos. La imaginación de estas gentes es tan morbosa que los que deberían ser psicoanalizados deberían ser ellos.

Lo que tomo es para un bien mayor, una causa noble, pero no sólo por eso no los ingiero. Si las personas supieran lo altamente insalubres y asquerosos que son los cuerpos humanos, nadie en su sano juicio pensaría siquiera en comérselos.

Mi móvil no está guiado por algo tan burdo como satisfacer a mi pene. No.

Soy como un cazador, atraído sin remedio por la belleza de la presa; que exhibe su plumaje, su canto, clamando por que le persiga, le investigue, averigüe todo sobre ella; sus hábitos, conduciéndome a su madriguera, para finalmente, poder cazarla y recoger antes de partir, mi premio... El incentivo en un frasco de formol...

El recordatorio de por qué hago esto y por qué debo recolectar fragmentos para completar mi obra maestra.

Künstler Blau Augen