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Narro yo.

En la iglesia se encuentra una jovencita bastante preciosa, pues era parecida a un bello ángel y a una pintura que se encontraba en aquella iglesia. La joven tenía el pelo largo hasta la cadera, su cabello era de un color café claro y unos que otros mechones dorados, sus mejillas eran rosas por el frío, sus ojos color ámbar brillante, sus labios gruesos de color durazno por naturaleza, también tenía vestimenta de una monja, llevaba su velo color negro, zapatos negros y su crucifijo brillante.

Un bello ángel sin duda, pero le faltaba algo para poder parecer uno.

Ahora mismo se encontraba en la iglesia tocando el piano, la iglesia está completamente sola, perfecta para tocar el piano, era una de las cosas que le encantaba hacer, fue obligada a aprender pero con el tiempo le gustó.

- Hmm hm... - tarareaba la melodía y al mismo tiempo tocaba las teclas del piano - maldita sea - se equivocó y volvió a empezar.

Por otro lado, un joven alto, de mechones azules y negros, tatuado, con un traje y un crucifijo entraba a la iglesia.

Taiju era un joven apuesto y con dinero, ¿Quién no lo querría?, A veces se aprovechaba de eso y coqueteaba con jovencitas de esa misma iglesia, sabía que no lo delatarían ni rechazarían por que la mayoría de ellas eran bastante tímidas y calladas, claro, no le dirían nada solo por que va a la misma iglesia.

El entró y miró a aquella joven preciosa, _____, el la conocía solo por que su abuela tenía un lugar importante en esa iglesia, también por qué a veces ella tocaba el piano durante las misas, y sin duda esta era oportunidad para hablarle a la chica, tomó asiento sin hacer ruido en una de las bancas que estaban cerca de _____.

Taiju: Mujer virtuosa, ¿Quién la hallará? - la joven dejó de tocar el piano y le puso atención al muchacho - por que su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. - Taiju se recargó en la banca con ambas manos en los costados.

- ¿Enserio? Todos los cristianos coquetean de la misma forma, no lograrás nada con un simple versículo. - le dió la espalda a Taiju y siguió en lo suyo.

Taiju quedó sorprendido ante la respuesta de la muchacha, lo había ignorado dejándolo en ridículo según él.

Taiju: Ya veo, tu eres diferente.

- ¿Diferente? - dejó de tocar.

Taiju: No eres fácil.

- Pues, simplemente no me interesa tener algo contigo y tal vez las otras sí, ¿Entiendes?

Taiju: ¿Te gustan "mundanos"? - miró serio a la chica.

- No me interesa tener algún tipo de relación, ahora déjame en paz y ponte a rezar. - trató de consentrarse en el piano nuevamente.

Taiju: ¿Quién te crees para hablarme así? - tomó a la chica del pelo.

- Ahg, imbécil. - susurró la joven.

Taiju: ¿Y así te haces llamar monja? - jaló más a la joven hacia atrás, haciendo que los se miraran, sin duda el se percató de su belleza y cara inocente, pero claro, ella no era lo que aparentaba ser.

- ¿Y así te haces llamar hombre? ¿Así quieres una novia? ¿Con ese carácter? - intentó safarse pero era imposible, Taiju era muy fuerte.

Taiju: ¿Y tú así te haces llamar mujer? - la soltó - Se supone que solo tienes que guardar silencio, ¿Acaso no has leído la biblia, niña?

La joven se acomodó el velo y también su cabello.

- Y con más razón, aléjate de mi, soy una niña después de todo, tu pareces un viejo de 30. - tomó su bolso y se puso de pie para irse de aquella iglesia.

Taiju: Repítelo. - jaló de la muñeca a _____.

- ¡Deja de joder! - le gritó y mordió la mano de Taiju.

Taiju: ¡maldita bruja! - soltó a ______ y ella salió corriendo de ahí.

Por otro lado estaba aquella joven corriendo por la calle, así siguió hasta llegar a su casa donde la esperaba su abuela.

- llegué. - entró _____ y cerró la puerta.

Isabel: Que bien hija, ¿Mejoraste? - la anciana se encontraba en la sala escuchando una prédica por la radio.

- Si, voy a mi cuarto. - _____ subió a su cuarto y se cambió de ropa por un vestido cómodo.

Isabel: ¡_____, baja, irás a comprar! - gritó desde la sala.

- mierda. - refutó y salió de su cuarto para ir con su abuela.

Isabel: Ve por tomates al mercado. - le dió el dinero y _____ se fue a cambiar.

La joven odiaba ir a comprar, pero era una de las pocas veces que salía vestida como ella quiera.

Se puso una blusa negra de tirantes y pegada a su cuerpo, después una falda que le llegaba a la mitad de los muslos, también era color negra y después unos zapatos tipo sandalias. Ella bajó y sin hacer ruido salió de casa.

- por fin. - caminaba por las calles libremente.

?: ¿A dónde vas bonita?

- A ver a tu papi. - le respondió y siguió su camino.

No le faltaba mucho para llegar al supermercado hasta que sintió dos manos abrazando su cintura y jalarla hasta un callejón.

Taiju: Pareces una zorra vestida así. - le habló al oído.

- ¡Déjame ya! ¡¿Que mierda tienes?! - le gritó.

??: ¿Es ella, jefe? - habló el que tenía una marca cerca del ojo.

???: ¿No dijo que era cristiana?. - _____  mordió la mano del pelinegro - ¡Ahg! - la soltó y _____ corrió.

Taiju: déjenla, tarde o temprano nos vamos a volver a encontrar - dijo y junto a sus dos compañeros se fueron en sus motocicletas.

Por otro lado, _____ llegó asustada a casa y sin comprar nada.

Isabel: ¿¡Pero por qué se te ocurrió salir vestida así?! - le gritó.

- Yo, tu nunca me dejas vestir como quiero, ni siquiera cuando estoy aquí en casa.

Isabel: ¡La culpa es tuya, por querer provocar a los hombres!

______ subió a su cuarto disgustada y con ganas de llorar.

- imbécil - recordó a Taiju y se durmió.





Denle apoyo, gracias por leer.

Blasfemia |  Taiju x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora