12 ✝

8.2K 652 450
                                    





- Amén...

Terminabas tu oración, estabas e n la iglesia en la noche, todo está totalmente tranquilo en la iglesia, solo hay pocas personas rezando y bueno, Yuno te acompañaba.

Yuno estaba leyendo la biblia, cuando te acercaste te sonrió e indicó que te sentaras a lado de él.

Yuno: ¿Ya quieres irte?

- Mhm, pues, me está dando sueño, supongo que sí.

Yuno: Bien. - cerró su biblia y se levantó de su asiento, tú le seguiste hasta la salida.

Así ambos salieron de la iglesia para ir caminando por las calles frías y solitarias, la navidad se acercaba.

Yuno y tú iban hablando con normalidad, como siempre.

Yuno: y, ¿No te gustaría ir a mi casa?

- He estado ocupada, yo te aviso cuando pueda, la escuela no me deja respirar...

Yuno sabía que eso era un no, así que no quiso insistir más.

Yuno: Bueno, cuando puedas y quieras ir, eres bienvenida.

- gracias.

A lo lejos de la calle obscura, miraste varias luces, eran de algún carro o motocicleta...

- Yuno - lo detuviste con tu mano - creo que hay pandilleros por ahí.

Yuno: ... No hay otro camino para llegar a tu casa, además ya casi llegamos.

- Es que, ¿Y si te vuelven a hacer algo?

Yuno: No lo creo, trataré de defenderte.

- ...

Ambos comenzaron a caminar, tus sospechas eran ciertas, lo peor es que no era Black Dragon, era Tenjiku.

- Yuno no, no quiero pasar por ahí. - lo tomaste de la manga de su camisa.

Yuno: ¿Te molestan?

- Algo así, es peligroso pasar por ahí.

Yuno te hizo caso para que no te sintieras más asustada, ambos regresaron por donde entraron, se irían a otro lado a esperar que dicha pandilla se fuera de ahí. Sabías que te molestarían debido a la advertencia que te habían dado.

Ahora Yuno y tú caminaban por el centro, estaban aburridos, sentados en una banca sin hacer nada.

Cada vez se hacía más tarde, 9:35 PM.

Yuno: ¿Quieres que regresemos? - asentiste.

El y tú regresaron a dicha calle, cuando iban llegando a dónde estaban los de Tenjiku te aliviaste, pues ellos ya no estaban ahí.

Yuno: gracias a Dios no hay nadie...

- es verdad... - ambos caminaron con tranquilidad y más seguros.

¿Estuvo bien bajar la guardia?...

Hanma se acercaba, lo reconociste cuando miraste hacia atrás, ese humo y altura...

Agarraste a Yuno de la mano y comenzaste a correr.

Yuno siguió tu paso sin preguntar nada, no quería ponerte más nerviosa.

"¡No huyas, maldita"! - escuchaste la voz de él y el motor y escape de varias motocicletas, estaban en problemas.

Tu casa quedaba más cerca, era un alivio para ambos...

Cuando llegaron, ambos se encerraron dentro, incluso pusiste seguro y una silla.

Isabel: ¿Qué pasa? ¿Por qué ese escándalo? - se asomó desde la puerta de la cocina.

Blasfemia |  Taiju x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora