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25 de diciembre.

Hanma: Es esta. - le dió una foto tuya a su jefe, el mismo te la había tomado.

Sanzu: Va en segundo de secundaria, en la secundaria #3 de Tokyo, va en el grupo D, de vez en cuando saca malas notas, tiene 14 años. - agregó de la nada.

Ran: Casi ni sabes nada de ella. - dijo en tono sarcástico.

Izana: ¿14?... - miraba con detenimiento tu foto.

Rin asintió mientras que los demás esperaban lo que Izana diría después, estaban todos en silencio.

Sanzu: ¿Entonces si...?

Kakucho: Pero si es una niña... - frunció el seño mientras miraba a los demás con asco.

Kisaki: ¿Una niñita, en serio? - miró con arrogancia a todos, en especial a Hanma que estaba a su lado.

Izana: ¿Por ella hacen tanto alboroto? - soltó una risa - están demasiado abuelos para ella, mejor déjenla en paz, hay mejores cosas de las cuales deberían preocuparse, mejor consíganse una prostituta.

Ran: Ni siquiera parece una, su doctrina no sirvió de nada, ella es peor que nada.  - dijo en tono serio.

Izana: Ja, ¿Crees que me importa?... Kakucho, ¿Qué había quedado pendiente por arreglar? - preguntó a su siervo, ignorando lo que le habían dicho sus integrantes antes.

Kakucho: oh, sobre la otra pandilla, se están expandiendo, están siendo conocidos en Tokyo al igual que Roppongi.

Así, Kakucho, Kisaki e Izana siguieron hablando sobre temas más importantes, mientras que Sanzu, Muto, Mochi, Ran, Rin al igual que Hanma, habían sido completamente ignorados.





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Taiju y tú estaban en su casa, específicamente en su cuarto, al parecer Yuzuha no se había dado cuenta de que tú estabas ahí.

Le habías dicho a tu abuela que irías a rezar por el 25, pero en realidad Taiju y tú decidieron ir a su casa, tu abuela no pudo ir a la iglesia ya que estaba atendiendo cosas importantes.

Taiju y tú estaban sentados en su cama mientras que se repartían besos en los labios, no era algo lujurioso pero no tardaba en serlo.

- ¿¡Que mierda!? ¡Ese pez está muerto! - te separaste de Taiju y apuntaste la gran pecera que estaba en su cuarto, habías visto a un pez boca abajo.

Taiju miró de reojo, pero ahora le importaba más llegar a algo más que solo un beso.

Taiju volvió a besarte de forma brusca, ignorando a su pez, pero tú volviste a alejarte.

- ¡El pez!

Taiju frunció el seño.

Taiju: Puede esperar, total, muerto ya está. - volvió a besarte, poco a poco recostándote en su cama.

Sin más, ignoraste también al pez y te concentraste en el, ambos estaban emocionados por lo que harían.

Taiju comenzó a quitarse la camisa, mientras que tú solo mirabas.

Te era inevitable sonreír, al parecer el también se divertía que también sonreía.

- espera, no me voy a volver a arriesgar, ¿Tienes un condón?

La sonrisa en él se desvaneció.

Taiju: No, no tengo. - dijo en tono serio.

- Mierda. ¿Y ahora?...

Blasfemia |  Taiju x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora