Llegaron a una plaza con un grupo de gente reunida bajo un gran árbol. Muchos de ellos estaban bebiendo cafés y otros comiendo unos bizcochos dulces. Zhan se asombró por el panorama.
Recuerda, son gente civilizada, no animales que van a hacer destrozo.
Ya sea por la mala impresión que siempre daban los protestantes, Zhan vio que eso era una gran mentira. Las noticias no siempre decían la verdad y la policía no siempre era el bando correcto.
- ¡Yibo! - gritó a lo lejos un sujeto de pelos color rubio, con dos recipientes descartables de café en mano - Joder, ya era hora...huh, traes gente.
Yibo le saludó con un apretón de manos y agarró los dos cafés, tendiéndole uno a Zhan.
- Zhuo Cheng, él es Zhan. Zhan, él es Zhuo Cheng.
- Así que este es tu amigo...un gusto, dime Cheng.
- Un gusto - dijo Zhan, estrechando la mano y dándole un sorbo al café.
- ¿Hai Kuan vino contigo? - pregunto el castaño, bebiendo un poco del Expresso.
- Así es. Ya sabes, lo mismo de siempre: "De que sirve que vaya" "Yo no entiendo la política" "sólo seré un estorbo"
Yibo movió la cabeza, entendiendo.
Zhan pudo recordar ambos nombres y junto con ellos la historia : Demonios, era verdad.
No es como si no le hubiese creído, pero era un poco raro estar en presencia de esos sujetos.
Zhuo Cheng no parecía alguien a quien la vida le había dado una patada.
Al parecer Yibo tenía razón: Todos se ayudaron juntos a superar sus problemas.- Hey, Yibo. No te dije pero - comenzó el pelirubio - Hubo un problema. Opositores llegaron temprano y arruinaron todo: nos atacaron con una especie de gas pimienta casero, bombas de humo y de pintura.
- ¿Qué? - espetó Yibo - ¡Hijos de puta!¡No tenían por que!
- Bueno, ya sabes, vamos en contra de todo lo que ellos apoyan - dijo el amigo, siendo un poco obvio.
Zhan no entendía que era lo que estaba sucediendo: ¿Opositores?¿Atacar?
Esto parecía ser una especie de guerra que el pelirosado no entendía.- ¿Bombas de pintura? - pregunto Zhan, tratando de entender un poco. Si iba a ser amigo de Yibo, tenía que entenderle.
Aunque ¿Quería solamente ser su amigo?
Cheng asintió.
- Así es. Las pancartas fueron manchadas también con aerosol. Las de tela fueron el blanco principal. Aunque por lo que veo... - dijo acercándose un poco más a él. Sus ojos estaban encendidos y su ceño fruncido - ¿Yibo, le has dado información de más? - se dirigió a su amigo para volver a ver a Zhan. Se acercó un poco brusco y le inspeccionó de arriba a abajo, como un perro defendiendo su territorio -¿Quién eres? ¿Qué es lo que sabes?
El pelirosado tragó duro y su piel se erizó. Realmente daba miedo y temia por su integridad física ¿Por qué de repente él era el enemigo? ¿Qué diablos era todo eso? Él simplemente había llegado con Yibo hacía unos momentos.
- ¿Q-qué? Y-yo no sé nada...yo no...para p-por favor - dijo sintiendo la fría mirada del chico justo frente de él.
- ¿Zhuo Cheng que haces? - pregunto Yibo, tomando del hombro a su amigo y dejándolo a unos pasos más lejos de Zhan - ¿Por qué piensas que Zhan tuvo que ver en todo esto? ¿Qué te sucede?
- ¿Acaso no ves sus manos y su ropa? Todo tiene pintura. Hasta su maldito cuello tiene manchas. Demonios ¡No me jodas! ¡Él estuvo involucrado en todo esto! - dijo furioso. El tipo que Zhan había conocido hace tan sólo unos segundos había desaparecido, dejando a un sujeto muy enojado y con ganas de matarle.
¿Qué demonios pasaba?
- ¡Zhuo Cheng, para ya joder! - gritó aún más fuerte Yibo, de manera que todo el mundo quedó en silencio y mirando la escena con curiosidad. Como si él estuviera acostumbrado a lidiar con este tipo de escenas ¿Quién era Wang Zhuo Cheng? - A ver, todo lo que pertenezca a Zhan va a tener pintura ¡Es el jodido dueño de un taller de Arte! Y de seguro su habitación y diría que toda su casa tiene pintura por todos lados. ¿Recuerdas el trabajo como modelo que te conté? Él es mi jodido Jefe y si haces que me odie o me despida por tus malditas dudas te patearé el culo hasta que quedes colgado de la maldita corte.
El peli-rubio se alejó y carraspeó, sonriendo nervioso y disculpándose con una reverencia. Como si Wang Yibo hubiese tocado una especie de interruptor dentro de él.
- Tienes razón, lo lamento. Estoy muy nervioso y estresado por todo que no supe ver las cosas mejor. Deja que Yibo siga siendo tu modelo o de verdad va a patearme el culo.
- Musa.
Ambos amigos le miraron con cara rara a lo que Zhan rió.
- El término correcto es Musa - rió nuevamente - Claro, no hay problema. Es comprensible que estés frustrado por todo lo sucedido y yo tenga todas las pintas de estar involucrado. Yibo tiene razón, estuve trabajando en un cuadro antes de venir aquí.
Ambos asistieron y comenzaron a caminar hacia una zona descampada. Haciendo bromas sobre lo anteriormente sucedido. Como si ya lo hubiesen superado.
Zhan sonrió al ver los metros de tela extendidos sobre toda una capa de periódico en el suelo.- ¿Esas son las que tengo que pintar?
- Así es, aunque ya no hará falta. No hay sitio ni para una maldita frase.
- Zhan - dijo Yibo - Mi objetivo de hoy era que creases en la pancarta nuestro logo representante.
Los ojos del pelirosado se iluminaron.
- ¿Enserio?
- Claro. Nuestro partido militante no tiene ninguno: Los opositores de izquierda socialista tienen la estrella, los de la derecha radical tienen la firma en honor a su primer líder...y nosotros nada.
- Aunque ahora nos representa una gran mancha de pintura azul - dijo con ironía Zhuo Cheng, apretando el vaso descartable de café y rompiendolo en su mano.
El pelirosado comenzaba a entender que todo esto era por una causa noble, que todas estas personas se ayudaban entre todos y el gobierno no hacía más que tirarles abajo todas sus oportunidades.
A Yibo se le iluminaba el rostro cada vez que hablaba de todo eso y Zhan quería pintar sus ojos cada vez que sucedía .
Observó atentamente la mancha uniforme de pintura sobre la tela y comenzó a pensar.
Podía rescatar esto.
Había hecho peores cuadros y este no iba a ser un desafío.
Apenas pasaron unos segundos cuando se le iluminó la mente.- Zhuo Cheng, ¿Dónde está la pintura?
- ¿Eh? Oh ah...sí...dentro de esas cajas ¿Qué harás?
Zhan sonrió y les dio vuelta, para echarlos a empujoncitos a cada uno, con cada una de sus manos en su espalda.
- Ustedes déjenmelo a mí. Cuando los llame, vuelvan.
Los dos se fueron haciendo preguntas, dejando sólo a Zhan y la pintura.
Espero hacerlo bien. Si lo hago, ganaré más puntos con Yibo.
Como si lo quisieses enamorar.
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Pastel
RandomHay veces en que las personas no son del todo lo que creías que eran. Porque las apariencias engañan, y las cosas que menos esperamos son las que nos cambian. Y la vida nos prepara para enfrentarnos a esas apariencias, a esas corazas. Para romperlas...