Capítulo 2 Novedades

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Zhan lo miró con el ceño fruncido igualmente.

- ¿Eres homófobo? - Pregunto casi sin aire, desesperanzado, esperando que la respuesta no fuera un sí.

Por favor, por favor, por favor, por favor. 

- ¿Qué? Claro que no. No es una fobia, no soy idiota. Solamente me da asco. No lo veo como algo normal. 

Ya empezamos bien. Muy bien. Excelente.

- ¿No lo ves como algo normal el amar a alguien? - Cálmate.

- Eso no es amor. No puede serlo - dijo el castaño casi seguro de lo que acababa de decir, como si fuera el discurso que tenía creado en su mente. Se había quedado viendo un punto fijo en el cuadro antes de negar para si mismo.
No tenía idea en qué momento la conversación se había volcado en esa dirección pero Zhan tenía miedo de seguir indagando más en Yibo. Sentía que se chocaría con un muro en cualquier momento.

- Entiendo y...disculpa ¿Cómo sabes tú eso?

Yibo dió media vuelta para quedar frente a frente, enojado por el comentario del peli-negro. Iba a contestarle, hecho una bola de furia pero se serenó, como si tuviera bastante experiencia en ese tipo de conversación. Era copiar, y pegar.

- No es de tu incumbencia, Xiao Zhan.

- Si no planeas decirme entonces no insultes a toda una comunidad sin una razón, Wang Yibo.

- Yo no dije que no tenía razón. Sólo que es demasiado personal - dijo enojado y dirigiéndose a la puerta - si me disculpas, Xiao.

Y desapareció para volver con su padre. Caminando con las manos en los bolsillos y la cabeza en alto. Los hombros rectos y la espalda muy poco encorvada, como si no hubiera pasado nada, como si fuera una situación normal para él.

- Era mejor verte de lejos - suspiró sentándose frente la ventana, viendo a su padre y este trabajar, pues, de verdad era una obra de arte verlo. Para Zhan, Yibo era bello. 

Era lo más bello que hubo observado antes. 

Pero debía de haber una razón para que el castaño fuera así. No todos odian sin saber, o bueno, la mayoría. La gente madura tiene aunque sea una razón de ser así. 

¿Acaso Yibo no era alguien maduro? 

No. El dijo tener una razón. 

¿Cuál era?

La noche se hizo presente y ambos, el padre como tanto el hijo se juntaron para volver a casa, como todos las jornadas de trabajo. 

Sólo que esta vez había algo diferente.

- Zhan, debemos acompañar a Yibo hasta su casa, su padre me lo ha encargado, el es el hijo mayor de mi amigo ¿Recuerdas? Ese de la casa enorme.

- Ah...sí, recuerdo que me lo mencionaste... - contestó, con desgano. Parecía que Wang iba a seguir apareciendo por más que Zhan quisiera evitarlo por ahora - Y, bueno ¿Dónde esta él?

- Está recogiendo sus cosas, ahora viene.

Zhan se sentía incomodo estando cerca de Yibo luego de la "conversación" que tuvieron, un tanto agresiva por su parte. Su padre no tenía por que enterarse de nada. Y no iba a comportarse como un chiquillo de cinco años y hacerle la ley de hielo, era un hombre adulto y maduro.

No juzgues un libro por su portada Zhan, él es un buen chico.

Aunque tratase de convencerse a si mismo, ahora tenía cierto desagrado hacia el tan bello joven.
Eso de odiar no era para Zhan, no estaba hecho para eso.

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