Segunda temporada de Dianthe
La gran heredera ahora que ha probado ser digna de su reino en la industria culinaria será acreedora de todo por lo que ha trabajado sin embargo ¿Qué sucederá con el F4? A punto de graduarse dará una gran sacudida con el...
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—Espero que sea breve—hablo la mujer sentada en su escritorio sin siquiera verla—Tenemos muchas cosas que planear.
Se puso lo más derecha posible al caminar hacía el asiento sin embargo no se sentó, si no que se recargo apoyando una mano en este.
—Descuide no le quitare mucho de su tiempo—dijo demasiado directa para el gusto de la mayor ahora si llamando su atención—Rompo cualquier contrato prenupcial que hayan hecho sin mi consentimiento, es decir yo no me casaré con su hijo.
—¿Es por ese doctor?—se mofo sonriendo de lado—Eres muy joven como para saber lo que quieres y es bueno para ti, no tires por la borda una buena oportunidad.
—Mi relación con el Doctor Baek se rompió desde hace más de un mes—la otra levanto una ceja sabiendo a donde se dirigía la menor de los Xan—¿Y esos consejos se los dice a alguien que ha construido el emporio de comida más grande de China?
Y era irónico que se lo advirtiera a ella en vez de habérselo inculcado a su propio hijo, ser joven no significaba que no tenía la capacidad de decidir por lo que creía que era correcto.
—Querida también fui joven al igual que tu—empezó a sonreír con soberbia—Dime ¿Cuál es tu motivación para romper este compromiso? El matrimonio solo es un contrato que debe de beneficiar a ambas partes, el amor es un mero capricho.
—Usted lo acaba de decir—elevo las comisuras de sus labios, se enderezo dejándose de apoyar en el asiento—Su hijo no tiene que ofrecerme ¿Dinero? ¿Poder? Eso ya lo tengo y sé que adquiriré más sin embargo no pienso vivir el resto de mis días con un matrimonio infeliz.
—Así que lo haces por sus caprichos.
—Respeto a Si, al igual que sus decisiones—dijo firme sin dejar de mirar a la de cabello corto—Y si su deseo es estar con la persona que ama no quiero ser yo quién interfiera en su felicidad, en cambio si alguien se atreviera a meter mano, le haré pasar hasta el mismísimo infierno.
—¿Es una amenaza?
—Si quiere tomarlo así—se alejo unos pasos restándole importancia—Espero que no confunda lo personal con lo profesional, eso hablaría mucho de usted, con permiso.
