Su pierna se movía al ritmo acelerado de su tacón denotando la inquietud que sentía, después de varios días que le había dado la orden a su secretaria pareciera que su contacto se había esfumado de la faz de la tierra, sin pistas ni rastro cosa que ni siquiera sus almuerzos con el F4 podían distraerla aunque mostrará todo lo contrario.
—Va a hacer un agujero en el piso—ingreso el Señor Bong dejándole su almuerzo diario—Debería de calmarse.
—Sabe que decírmelo no funciona—bufó abriendo la bolsa dándose cuenta de que no estaba su bebida favorita—Mi latte mocca...
—Cuando usted vaya a comprar su comida podrá pedir lo que usted quiera—respondió ante su notable puchero—Así que deje de trabajar y coma.
Fueron sus últimas palabras antes de abandonar su oficina, el sabía perfectamente que no le haría un berrinche mucho menos se molestaría como una princesita porque apreciaba el esfuerzo que hacía por cuidarla, de ser por ella estaría de nuevo en el hospital por las malpasadas.
Sin mucho que hacer le hizo caso comiéndose aquel plato balanceado en donde las verduras eran las que más abundaban cosa que solo la hacía arrugar la nariz debido a su disgusto.
Suspiro perdiendose en sus pensamientos, tenía que resolver varias consignas pronto si no querían acumularse con él tiempo. Había decidió enfocarse en ella, en su carrera profesional más que nada al menos en un intento de olvidar todo el asunto que tenía en mayúsculas a su amigo de la infancia.
En esos días había estado como loco buscando a su amada por todas partes incluso a veces trataba de desquitarse con ellos por su desesperación, le dolía verlo así pero había hecho una promesa y lo más difícil de romper era el compromiso que había hecho con su corazón.
Tiro a la basura los contenedores de comida poniéndose de nuevo manos a la obra checando reportes, sonó una alarma en su celular avisándole sobre la junta que tendría en unos minutos con algunos inversionistas extranjeros, en otras palabras la familia de Evan.
—Siempre cumple nuestras expectativas Señorita Xan—sonrió satisfecho su socio pelirrojo—A comparación de mi revoltoso nieto.
Respiro profundo acompañándolo al elevador, desde la última vez que había visto a su mejor amigo no había sabido nada de él ni siquiera había aparecido en las noticias de chismes ni siquiera en los rumores en los que solía estar.
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DIANTHE (SEGUNDO ACTO)
FanfictionSegunda temporada de Dianthe La gran heredera ahora que ha probado ser digna de su reino en la industria culinaria será acreedora de todo por lo que ha trabajado sin embargo ¿Qué sucederá con el F4? A punto de graduarse dará una gran sacudida con el...