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-¡Se ha escapado de nuevo!- decía el tío de Gulf furioso.

Arrojando todo a su paso, el tío de Gulf no podía creer su mala suerte, no sólo el demonio emorado había salvado a su pareja, sino que había capturado a su hijo y a su complice.

-Las cosas se hacen a mi manera o simplemente no se hacen... es una lástima que mi antiguo hijo vaya a perder lo que más a ha amado de nuevo... gracias Art por envenenarlo- convirtiendo sus ojos rojos y riendo con malicia.






A pesar de ser un demonio, Mew se sentía inútil, pues el calor que estaba sintiendo Gulf no podía ser sofocado con sus poderes, Ohm le había dicho que la droga administrada era demasiado fuerte y no había nada que pudiera hacer, el demonio caminaba de un lado a otro de la habitación desesperado, pues lo que más detestaba era ver el dolor grabado en el rostro de su guerrero.

-Tal vez deberíamos probar algo- decía Thanayut.

-Art no nos dirá nada... la droga no ha funcionado con él y me resisto a torturarlo de verdad, no quiero convertirme en un demonio sin alma... estoy seguro que nuestro padre tiene que ver al respecto.

-Usen al escudo- decía Sky, el ángel caído.




Mild que estaba esperando en la sala de espera, sentía una extraña comezón recorrer su cuerpo, como si tuviera la necesidad de hacer algo, por lo que rápidamente va a la habitación de su amigo y lo toca, notando como su dolor se disminuía; los demonios y el ángel caído notaron que sólo el tacto de Mild disminuía en calor de Gulf.

-No lo entiendo- decía Mew.

-Como lo dije antes... Mild es el escudo de Gulf... es su protector.

-¿Yo?- decía sorprendido y asustado por la mirada que Mew le daba- ¿Por qué?

-Algo en tu alma hace que Gulf se sienta protegido- decía Sky- ¿Mezclaron su sangre alguna vez?

-Cuando eramos niños hicimos un pacto de sangre... juramos protegernos el uno al otro, nos hicimos un corte en la mano... es todo.

-Eso fue... formaron un lazo de hermandad, es por eso que Gulf se siente a salvo contigo... por eso no tenía miedo que lo tocaras- decía Mew- Ahora tenemos que esperar que la droga deje de hacer efecto.

-Me quedaré a su lado el tiempo necesario.

-Gracias Mild- decía Mew que lo tomaba del hombro- Eres un buen hermano.






Dejando a Mild con Gulf, los demonios y el ángel caído, se dirigían al estudio, todos estaban agotados, pero sabían que eso sólo era una batalla ganada, les faltaba ganar la guerra y Mew sabía que iban a necesitar toda la ayuda necesaria.

-Esta guerra será parecida a la de hace siglos ¿Verdad?- decía Mew observando al ángel caído.

-No lo puedo asegurar- dirigiendo su mirada a Thanayut que negaba con la cabeza.

El demonio enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora