[23]

320 74 4
                                    

-Ahora soy un simple humano hijo mío- bebiendo una copa de vino barato- Pero te aseguro que el poder volverá a ser mío en el momento en que te saque el corazón, pero para hacerlo tengo que matar de nuevo a tu amado guerrero- sonriendo, viendo como la luna empezaba a tornarse roja lentamente. 






-Mi señora que sugiere que hagamos.

-Protéjanlos a todos... particularmente al guerrero renacido.

-Será cómo usted ordene- haciendo una reverencia.



Mirando el cielo estrellado y la luna en su máximo esplendor, el ángel pedía a las estrellas proteger a sus amados hijos, no quería verlos morir o sufrir de nuevo, si tenía que sacrificarse para salvar sus almas lo haría sin pesarlo.

-No es necesario que lo haga mi señora... yo haré mi trabajo.

-¿Mild?- diciendo con sorpresa- ¿Qué haces aquí?

-Lo que siempre he hecho... fingir que no sé nada... cuando se todo- sonriendo- Sé lo que tengo que hacer- colocándose de rodillas.

-¿Sabes lo que implica ser el escudo, Mild?

-Morir...

-El guerrero no te permitirá tal sacrificio y lo sabes...

-Mi decisión está tomada... cuando la luna roja aparezca y el demonio enamorado sea desafiado yo haré lo que tenga que hacer.

-¿Podré hacerte cambiar de opinión?- viendo al joven negar.

-Eres tan terco como el guerrero ¿no es cierto?

-Por algo soy esa parte perdida de su alma, mi señora- haciendo una reverencia.

-¿Qué has dicho?- diciendo sorprendida.

-Gulf no perdió su alma... le fue arrebatada cuando nació... yo soy esa alma, cuando mi trabajo termine yo desapareceré y mi presencia nunca habrá existido.

-¡Mild!- tomándolo de los hombros- Puedes salvarlo sin necesidad de morir... yo...

-No mi señora... no se puede, si no hago el sacrificio ellos nunca podrán estar juntos... no quiero que mi amigo sufra más de lo que ya ha sufrido... el círculo se está cerrando como debe de ser.

-Definitivamente eres más terco de lo que creí- suspirando- Bien... sé que no te voy a poder hacer cambiar de opinión.






Mientras los días pasaban las cosas en la ciudad empezaban a volverse un poco extrañas, los semáforos a veces no funcionaban, los animales se comportaban extraño y había apagones por toda la ciudad; lo expertos en eventos paranormales afirmaban que era a causa del eclipse que se estaba aproximando, este eclipse era único pues sólo aparecía cada 500 años y la fecha era en tres días, algo que dejaba a Zee y a Saint muy nerviosos.

-¡Soldados!- decía Zee, que era el jefe de la guardia- ¡Tenemos que proteger a nuestro rey y a su familia!

-¡Si!- decía todos los demonios a su servicio.

El demonio enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora