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Mientras Zee y Saint entregaban el vino a sus compañeros, estos esperaban que ningún traidor hubiera en sus filas porque de lo contrario tendrían que matarlo y si era alguien que ellos estimaban iba a ser un golpe muy duro; viendo como el vino se iba terminando notaban que ninguno de ellos empezaba a arder.

-¿Sucedió algo?-preguntaba Thanayut acercándose a ellos.

-Ninguno.

-Entonces tenemos soldados dignos de servir a nuestro rey- diciendo orgulloso.





El día del eclipse, Mew esperaba a Gulf que había estado decidido a acompañarlo por más que este intentaba convencerlo no lo logró, haciendo que el rey demonio estuviera molesto.

-¡Ya te dije que no pienso dejarte sólo... si llego a quedarme aquí no podré con la angustia!- decía Gulf con los brazos cruzados.

-Eres mi debilidad, no quisiera que mientras estoy peleando con tu tío alguien se acerque a ti para lastimarte.

-No pasará Mild, tu hermano y Sky estarán a mi lado- acariciando su mejilla y besando su nariz.

-Aun así creo que es mala idea.

-No lo es... además puedo defenderme te lo recuerdo.

-Eres tan terco... pero aun así te amo.

-Más te vale.





Llegando al castillo en Chiang Mai, Mew y Gulf estaban tomados de la mano en la entrada del lugar notando como unos demonios horribles les abrían las puertas dejando sorprendido a Mild.

-¿Estos también son demonios?- preguntaba acercándose mucho a Thanayut.

-Lo son... pero a diferencia de nosotros... ellos no tienen alma, por eso tiene ese aspecto y el olor repugnante- tapándose la nariz.

-¿Es por comer almas humanas?

-Así es... si nosotros hubieramos seguido con eso...

-Ya entendí- decía Mild sonriendo nervioso- Que bueno que ahora son vegetarianos de almas.



Caminando por entre los pasillos del lugar, Mew recordaba todo lo vivido ahí, desde la supuesta muerte de su madre, la de Gulf y lo sucedido por siglos, había abandonado ese lugar para no regresar jamás, pero al parecer ahora debía luchar por su vida, su título y su amor.

-¡Vaya pero que sorpresa!

-No creo que lo sea... ya que tú nos invitaste, tío- decía Gulf molesto.

-Tranquilo sobrino... cuando gane de nuevo el título que me corresponde tú serás el esclavo de todos aquellos que te deseen- notando que Gulf no temblaba como lo hacía otras veces- Veo que ya recordaste quien eras en el pasado... cazador de demonios.

-¡Cazabas demonios en tu otra vida!- gritaba Mild sorprendido.

-De hecho iba tras mi cabeza... pero se llevó mi corazón.

-¿No pudiste ser mas cursi?- decía Gulf mirando a Mew.

-¡Ya déjense de palabrerías que no vinimos a charlar sino a pelear por lo que me corresponde!- gritaba el tío de Gulf.

El demonio enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora