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-Hay traidores entre nosotros- decía Zee viendo a Thanayut- Aun no logramos descubrir quienes son... pero nos estamos acercando.

-No puedes "sólo estarte acercando" Zee... necesitamos saber quienes están de nuestro lado antes de mañana... hace unos días Sky yo descubrimos rastros de un demonio que no es de nosotros... estoy seguro que él es quien ha hablado con nuestros traidores...

-Saint también los descubrió... estoy seguro que estarán vigilando en las cercanías, ya tenemos todo asegurado.

-Bien... entonces atacaremos en cuanto los localicemos.

-Si- decía Zee haciendo una revencia y saliendo del estudio.

-No voy a permitir que mi hermano y su consorte mueran frente a mis ojos.

-Descuida... no lo harás, el escudo hará su trabajo.

-Eso es lo que más temo, Sky-suspirando- Él me agrada... es un buen asistente.

-Y también un buen amigo.







-¡Estás loco si crees que vas a ir a morir!- le gritaba Gulf a Mew.

-¿Tan poca fe me tienes amor mío?- tomándolo de la cintura para besarle la nariz.

-Tengo fe en ti eso nunca lo dudes... de quien no me fío ni un poquito es de mi tío.

-No lo hagas- decía Kaownah mirando a Mew y tomando fuertemente la mano de Turbo- Él planea hacer algo más... estoy seguro.

-¿Qué se te ocurre?

-Algo que involucre a tu debilidad- viendo a Gulf.

-Entonces deberás pelear con esto, Mew- decía Mild que entraba a la habitación y dándole la caja con la daga.



Cuando Mew toca la caja esta simplemente se convierte en cenizas dejando relucir una hermosa daga negra con incrustaciones de rubies, una daga que la madre de Mew le regaló en uno de sus cumpleaños antes de que "muriera".

-¿De dónde la sacaste Mild?

-Me temo que no puedo revelarte eso Mew... discúlpame- sonriendo.

-¿Mew?

-Es la daga que usé para decapitar a mi padre hace siglos.

-¿Qué no lo decapitaste con una espada?- preguntaba Gulf curioso.

-Se convierte en espada- haciendo un movimiento con sus manos para ver como la daga se transformaba en una espada dejando a los presentes con la boca abierta- Sólo yo puedo activarla.

-¿Eres como He-Man o algo así?- decía Mild riendo.

-Mmmmm- enredando la daga en su muñeca como si fuera un brazalete.








-¿Qué es lo que te preocupa, Gulf?- abrazando a su amado por la espalda y recargando su cabeza en los hombros.

El demonio enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora