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-¡Eres hermoso!- acariciando su mejilla.

Mew estaba sorprendido de que Gulf fuera un ángel, sus hermosas alas blancas brillaban como el alabastro y lo hacían mas hermoso que antes, pero aun así no podía dejar de ver esa mirada de dolor y furia; dándose la vuelta viendo con sorpresa la escena.


Frente a la pareja, podía ver al escudo hacer su trabajo, aunque la flecha negra atravesó su pecho provocando que este cayera de rodillas frente a ambos.

-¡Mild!- decía Gulf abrazando a su amigo- ¿Qué hiciste?

-Lo que... estaba destinado... a... hacer- sonriendo- Mi deber era... pro... protegerte, Gulf.

-¡No se te ocurra morirte!- notando como su amigo cerraba los ojos- ¡Mild!



Los demonios, aliados del rey veían la escena con sorpresa y tristeza, pues el humano había dado la vida por su rey, por lo que le juraron lealtad a ese héroe, apoyándose en una rodilla en señal de respeto; pero de inmediato se levantaron en armas para proteger a su rey y consorte.

-¡Soldados protejamos a nuestro rey!- decía Saint que veía a los demonios desalmados intentando atacar.



En eso se escucha un fuerte estruendo y las alas de la madre de Mew, el ángel guardián se abrieron en su máximo esplendor provocando que los demonios desalmados se alejaran de esa luz que los quemaba.

-¡Les advertí que si alguien se atrevevía a atacar a los contrincantes pagarían con su vida!- decía muy enojada escuchándose su voz en un eco que dejaba aturdidos a los presentes- ¡Tú!- señalando al tío de Gulf- Sabías que no podías hacer tus truc...

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-¡Les advertí que si alguien se atrevevía a atacar a los contrincantes pagarían con su vida!- decía muy enojada escuchándose su voz en un eco que dejaba aturdidos a los presentes- ¡Tú!- señalando al tío de Gulf- Sabías que no podías hacer tus trucos sucios... y aun así te atreviste a desafiar al destino, querido... ahora atente a las consecuencias.

-¡Espera!- gritaba Gulf con el cuerpo inerte de Mild-¡Quiero ser yo quien acaba con él!

-¡Gulf!- decía Mew.

-¡Esta es mi batalla, Mew... mi sed de justicia!- tomando la espada del demonio- ¡Vamos no seas cobarde y pelea conmigo!



Gulf sostenía la espada con fuerza, por años le había temido a su tío y a su tacto, pero ahora no lo tenía más, el recuperar sus recuerdos del pasado provocó que esa sabiduría de guerrero le ayudara a combatir a aquel que se atrevió a lastimar a aquellos que más amaba, viendo el cuerpo inerte de Mild siendo cargado por Thanayut.

Gulf se inmediato lanza el primer ataque siendo esquivado por su tío pero no por completo ya que Gulf lo pateó por la espalda haciendo que perdiera en equilibrio y cayera al piso, este se vuelve a levantar y Gulf arremete de nuevo escuchándose el sonido de las espadas; Mew miraba la escena y estaba sorprendido de que su amado híbrido peleara tan bien, en el pasado nunca tuvo la oportunidad de verlo pelear, salvo en una ocasión pero no fue una batalla como la que estaba presenciando.

El demonio enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora