Una aventura más (Finn y tú)

Capitulo 23

Narra ________:

Estaba acostada en mi cama, viendo la ventana. Viendo a la nada. No quería levantarme, estaba conservando el calor que me da mi cama en las mañanas.

- ¿______?...- escuche desde la puerta- ¿Puedo pasar?.

- Adelante.

- ¿Aún no te levantas?

- No quiero levantarme...- Siento como la Dulce Princesa se sienta en mi cama. 

- ¿Tienes hambre? Te preparé una pechuga de pollo asada, con papas y agua de limón.

- Gracias princesa.- Digo para voltearme a ella. Está con una sonrisa triste. Me siento en la cama para comer, ella me pasa la bandeja y empiezo, mi estómago me lo agradece por que empiezo a comer muy rico.

- Arréglate, vamos a salir con Marcy, para que te distraigas y salgas de aquí un rato ¿Okey?.

- Está bien.

Ella sale de mi cuarto.

Esta semana he estado saliendo con todo mundo, todos se preocupan por mí y es un gesto tan lindo que no sé como agradecer. Pero no puedo sentirme distraída de lo que paso con Finn, mi corazón me duele tanto cada que recuerdo su beso. Mi mente no está a salvo de ello, y si pudiera borrarme la memoria lo haría sin pensarlo, no quiero recordar nada. No es justo que yo esté así, con sentimientos que se sienten terribles si lo único que hice fue amarlo incondicionalmente, seguirlo a donde fuera... Tal vez soy una tonta. 

Me levanto sin ánimos, voy directo al baño, y al entrar veo mi rostro. Mi cara claramente dice que estoy pasando por un desamor. Me siento triste de verme así. Sigo mi camino y después de 10 minutos por fin me bañe, salgo y escojo mi ropa: una falda azul y una playera blanca, lo completo con unos tenis blancos y por ultimo un collar de mariposas rosas. Me cepille el cabello y me puse un poco de brillo labial. Así ya no me veo tan mal.

Salí del cuarto y baje las escaleras, donde ya me estaba esperando Marcy y Bonnie. Ambas son tan opuestas, y ambas son tan bonitas a su manera. La dulce princesa traía puesto un vestido de cuadros grandes rosas y blancos, que era pegado de los pechos y lo demás suelto, un poco más arriba de las rodillas y con un pequeño suéter blanco. 

Marcy tenía su cabello estaba en una bolita, una blusa de tirantes roja junto un collar con una cruz, un pantalón negro y sus tenis igualmente negros. 

- Se ven muy lindas las dos.- Marcy voltea a verme.

- Nada mal, ya no parece que estés muerta.- Ríe, a lo que la dulce princesa le da una mirada enojada.- Digo, te ves bien.

No pude evitar no reír a esa situación.

-¿Lista? Tengo unos planes muy buenos para hoy, así que prepárate.- Ellas empezaron a caminar y yo iba detrás de ellas. 

Ya estando cerca de la puerta, Marcy se detiene.

- Olvide mi sombrero y guantes en tu cuarto princesa. Cuando llegué los dejé en tu cama.

- Vamos por ellos, no quiero que te hagas arena para gatos.

- ¡Oye!.- La princesa empezó a reír.

- _______ no tardamos.

- Está bien princesa, las espero.

Busque con la mirada donde sentarme, no habían bancos así que me recargue en la pared. Voltee  a la puerta y ahí estaba un chico que conocía. Me acerqué y era Fernando.

Él volteó y me sonrió. No lo pude evitar y le devolví la sonrisa.

-¡_______ holaaa!- corrió a mi y me abrazó.