MADNESS ©

Capítulo 11||"Las Zafiros Azules"

El día del concurso había llegado. Competirían contra Las Valquirias -las mismas del partido de fútbol que terminó en un apagón- y algunas escuelas más.

Daphne se encontraba en el autobús con sus compañeras mientras se dirigían hacia el lugar donde mostrarían su rutina a los jueces y esperar ganar. Aunque conociendo al equipo, eso era seguro.

Todas las chicas ya estaban preparadas para llegar y lucirse. Con sus trajes violetas con las letras de la escuela, estaban terminando de maquillarse: Daphne dejaba que Piper le pusiera glitter en sus ojos y cabello, donde llevaba unas pequeñas tranzas.

Era una contradicción que se llamaran Zafiros Azules y vistieran morado, pero lucían genial.

—¿Has tenido alguna novedad?—le susurró Piper, refiriéndose a todo el tema de Hades y los demás.

Daphne no quería que su amiga estuviera involucrada en ese tipo de asuntos, no quería que Hades la tomara y le hiciera algo malo. Sospechaba que si seguían de este modo, el chico platinado se enteraría.

—No. Nada.—respondió. Esa era la verdad, desde que Hades la había llevado al sector de aislamiento habían pasado cinco días y no se contactaron con ella nuevamente.

Piper suspiró desalentada. Se había obsesionado con la situación, como si tratara de una serie de televisión que te mantiene al borde de tu asiento. Daphne creía que era mejor que piense que las cosas no sean tan peligrosas y lo tomara como un juego, aunque no estaba segura de cómo el cerebro de su amiga funcionaba.

—Aunque...—empezó con un tono que anunciaba iba a contar un secreto—Tengo información sobre otra cosa, tal vez te interese.

—¿De qué?

Las demás chicas no las estaban escuchando así que no se preocupó por soltarlo con naturalidad, hubiera querido que Maya estuviera con ellas pero se había distanciado de la rubia y por ende el grupo se disolvió.

—Viper y yo nos besamos.—confesó.

—¡Que! ¿Cuándo?

—En la fiesta de Gunner—continuó Daphne un poco roja—Fue de la nada. No me lo esperé.

—¿Tyler lo sabe?

La rubia negó con la cabeza—De todas formas ya no estamos juntos. Puedo hacer lo que quiera.

—¿Y te gustó? Nunca creí que Viper fuera así de atrevido. Tampoco me lo imaginé saliendo con nadie.—pensó Piper mientras se encogía de hombros.

—Estuvo bien. Aunque no saldremos. Solo fue un beso.

—Y estas deseando que se repita.—la molestó —Tal vez venga hoy.

—No lo creo.

—Pues Gunner vendrá, si quieres le pregunto.

—No se te ocurra hacer eso. Va a pensar cualquier cosa.

—¿Y qué? Podrían ser la nueva pareja de la escuela.

—No gracias. Sabemos como terminó eso la última vez, ahora tú tendrás ese papel, te lo sedo.

—Oh, te agradezco—le respondió con humor.

El viaje continuó normal mientras las chicas se comenzaban a sentir nerviosas. Daphne sabía controlar al equipo y darles los ánimos necesarios. Las Zafiros nos perdieron una competencia hace años y se mantendrían igual.

—Ya llegamos—anunció la entrenadora luego de un rato y todas las chicas descendieron del autobús.

El lugar era un club que se encontraba cerca de todas las escuelas, como si fuera un punto medio. Había muchas chicas iguales a ellas por todos lados, la entrenadora se acercó a un banco donde se encontraban aquellos que les daban sus pases y les daban la bienvenida.