Capítulo 16||"Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está"

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—Encárgate de vigilarlo. Y luego nos cuentas los detalles. Todos los detalles, dulzura. ¿Entiendes?—Hades decía a través de la línea mientras ella regresaba al sector de la casa de Gunner que era más tranquilo.

—Ya. ¿Es muy necesario que yo lo haga?

—Lo haría personalmente, pero eres la más cercana. Para cuando llegue ya se habrá ido.—le explicó, mientras ella tomaba su abrigo y bolso—¿Tienes tu elemento contigo?—le preguntó.

Daphne bajo su mirada al interior del bolso donde descansaban las dagas.

—Así es. ¿Si me descubren?—preguntó mientras salía de la habitación, Tyler se encontraba frente a ella confuso—¿Puedo usarlas?

—Solo si debes usarlas. No por capricho.

—Entiendo. Les avisaré las novedades—finalizó por decir antes de colgar y echar su celular al fondo del bolso.

Ignoró a Tyler y se apresuró a salir de la mansión. Su misión consistía en infiltrarse en el bosque, que estaba a unas cuatro cuadras y buscar a un hombre de gorra azul y pegarle un ojo.

No parecía una tarea muy difícil, pero sí un poco extraño ir vestida de hada. Por eso mientras caminaba hacia el bosque, se quitó sus pequeñas alas y se cubrió con su abrigo.

Al ser de noche no tenía porque ser tan sigilosa, aunque por las dudas intentó no hacer ningún ruido. A Daphne no le gustaba que las misiones estuvieran tan cerca de sus amigos, desde donde se encontraba podía escuchar la música de la casa.

Llegó hasta un árbol y revisó en su celular la información que me habían mandado, no sabía cómo se enteraron de que el de gorra azul se encontraba allí, pero prefirió no preguntar. Estaba en la posición correcta y solo debía agudizar la vista.

Encontró al sujeto en cuestión, pero no le parecía que estuviera haciendo nada extraño, le sacó una foto.

—¡Daphne!—escuchó que alguien la llamaba. A los segundos vio como Tyler salía de entre los arbustos hacia ella.

—¡¿Qué mierda haces?!—dijo alterada, susurrando para que no la oyeran. Le hizo señas para que no hiciera tanto ruido y el chico se quedó parado a unos centímetros de distancia.

—¿Qué haces tu? ¿Por qué te fuiste de la fiesta?

—Eso no es de tu incumbencia y baja la voz.

—¿Qué baje... ¿Qué se supone qué haces?—insistió

—Tyler vuelve a casa de Gunner.—le dijo ella apuntándolo con su dedo índice.

—No pienso dejarte sola.

—¡Estoy bien! ¡Solo vete!—volvió a gritarle, aunque en susurro. Se volteó a ver al señor de gorra azul, estaba sentado en un barco justo delante de ellos, si gritaban un poco más se podría dar cuenta de su presencia.

Parecía que estuviera esperando algo o a alguien. No debía distraerse, y tampoco podía tener a Tyler allí con ella.

—Daphne...—comenzó él, susurrando—¿Qué miras?—Tyler se posicionó a su lado, intentando distinguir algo entre los arbustos, no lo hizo. Ella suspiró pero decidió ignorarlo.

Debía pensar en que decirle o no hablarle hasta que se hartara y la dejara sola. Solo tenía claro una cosa, no podía perder de vista al señor de gorra azul.

Se concentró en eso y lo vio observando el reloj que estaba en su muñeca, definitivamente estaba esperando a alguien.

De repente, Tyler corrió el cabello de su rostro pasando un mechón de pelo detrás de su oreja. Ella lo miró de soslayo, no debió sentir mariposas en su estómago, pero no pudo evitarlo.

MADNESS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora