La fiesta de Gunner era en su casa y Daphne al ser su amiga podría arreglarse unas horas antes, allí mismo junto a Piper.
Su amiga iba disfrazada de una pirata, llevaba una blusa blanca con una falda negra, unido con un pequeño corset que le ajustaba la cintura. Daphne se encargó de su maquillaje, usando tonos oscuros.
Por su parte la rubia no había tenido mucha imaginación para esa fiesta, así que fue por algo básico: un hada. Llevaba un corto vestido verde de una tela que brillaba y se había comprado unas alas que debía colgárselas por los hombros. Podría pasar por campanita, tranquilamente. Su amiga, terminó con su maquillaje, aplicándole mucho brillo.
—Luces genial, D.—le dijo, dándole un repaso rápido con los ojos.
—No tanto como tú—ella le guiñó un ojo y ambas comenzaron a reír.
Oyeron unos golpes en la puerta, se encontraban en uno de las tantas habitaciones de la casa de Gunner que vivía en una de las mansiones más prestigiosas del pueblo. Tenía dos pisos y un ático gigante, donde transcurrirá la fiesta.
—¿Puedo pasar o están en un momento que no puedo ver?—habló la voz del cumpleañero desde afuera.
—Entra—respondió Piper y cuando se volteó sonrió—¿Vampiro? ¿En serio?
—¡Soy un vampiro muy sexi!—se quejó él y Daphne sonrió.
—Seguro que si, guapo—ella le respondió y volvió a concentrarse en terminar los detalles de su atuendo.
—Felicidades Gun—Daphne se acercó para darle un abrazo, se rió un poco cuando al chico se le complicó por las alas.
—Gracias, Gracias. Pero necesito un favor y alguna debe decir que si.—pidió con una sonrisa inocente.
Cinco minutos después, los tres se encontraban observando a Viper quien iba vestido con unos pantalones negros y una camisa blanca mal abrochada a propósito dejando ver un poco de su torso.
—¿Qué se supone que eres?—Piper le preguntó entre risas.
—Ese es el problema—respondió Gunner antes que el pelinegro pudiera abrir la boca—Necesita el toque final y alguna de ustedes debe ayudarlo.
—¿En que necesitas ayuda?—le preguntó Daphne. La chica frunció el ceño cuando Viper le enseñó un labial rojo.—¿Qué con eso?
—Necesito que alguien me deje besos en el cuerpo.—explicó Viper—Soy un chico muy ocupado con chicas —completó enseñándoles una foto de lo que tendría que parecerse a.
La foto dejaba ver a un joven que iba vestido igual, con marcas de labios en su rostro y su cuello hasta el torso. Como un mujeriego o alguien que acaba de salir de un encuentro fogoso.
Piper comenzó a negar con la cabeza.—No pienso besarte, Vip . Lo lamento pero no puedo hacerlo.
—Por mi no te preocupes, no me molesta—accedió Gunner, apoyado en el marco de la puerta. Estaba acomodándose los colmillos.
Piper pasó su mirada de él a Daphne, quien la evitó rotundamente. Sabía lo que le diría y no queria pasar vergüenza.
Ya lo besé una vez, no creo que haya problema.
—¿D? ¿Puedes hacerlo tú? Los chicos están llegando y debo ayudar a Gun—empezó Piper, caminando hacia atrás lentamente.
—No necesito...—intento Gunner pero Piper no lo dejo terminar, ya que lo empujo de allí y antes de cerrar la puerta, le guiñó un ojo a su amiga.
Que bien disimulas, Piper.
Suspiró y miró al chico que se encontraba frente a ella. Estaban en una sala parecida a una oficina, la chica asumió que era donde Gunner estudiaba porque allí se encontraba su computadora. Había un gran espejo en la pared y unos cuantos sofás.
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MADNESS ©
Teen FictionEldrid es un pueblo pequeño y todos se conocen entre todos. Entonces ¿porque Daphne nunca escuchó de la llegada de el chico misterioso que conoció una noche lluviosa? Y ¿porque su llegada cambiaría el rumbo de su vida? Diseño de portada por Julijo...