Habían momentos en los cuales Daphne parecía perderse un segundo desde el asesinato del joven en la misión, pero ella no le daba importancia. Asumía que se trataba de pequeños momentos de shock por la gravedad del asunto.
Eso era lo que quería pensar, porque se rehusaba a la idea de que Hades tuviera razón y que en el fondo ella admitiera que le gustara asesinar y pase a formar parte de su grupo.
Lo único bueno era que ya no se sentía paranoica. Sabía que si algo extraño pasara podría usar sus dagas. Claro que no era la primera opción.
—Daphne—la llamó su hermana desde el otro lado de la mesa, donde cenaban con sus padres.—¿Me pasas la sal?—le pidió haciéndola que regrese al presente.
—Si, claro.
—Así que ganaron nuevamente—comentó su padre con una sonrisa—Son el mejor equipo del pueblo, ya es hora para que les den algo más que solo una medalla.
—Hay muy buenos otros equipos también, papá.—le respondió ella.—No queremos pensar que somos las mejores porque eso nos implicaría no querer mejorar y así es como las cosas se van perdiendo.
—Bien pensado—dijo, guiñando un ojo.
—¿Saldrán hoy?—preguntó su madre, ya que tanto Daphne como Darya estaban producidas.
— Iré al cine con una amiga del trabajo.—respondió su hermana con una sonrisa. Daphne la notaba feliz y asumía que era por Cameron, le gustaba la pareja y le veía un futuro.
—Yo saldré a bailar con los chicos, para festejar—dijo la rubia y precisamente no estaba mintiendo. Saldría a bailar, y con los chicos solo que no eran los que sus padres conocían.
—Tengan cuidado porque están estos casos de intoxicación de cianuro y nunca sabes donde puedes encontrarlos—le aviso si madre a ambas. Estas situaciones se habían vuelto recurrentes en Eldrid y era preocupante.
Terminaron de cenar y Daphne ayudó a levantar los platos. Se despidió de sus padres que se irían a dormir y luego de su hermana cuando pasaron a buscarla.
Lo bueno de la misión de hoy era que se trataba de observar y analizar los pasos del próximo objetivo. Y Daphne lograría poder perderse del grupo entre la gente.
Había elegido usar un vestido negro corto que tenía un corte en el medio, dejando ver la piel de su estómago. Para que las dagas no fueran tan evidentes se las escondió dentro de sus botas y recogió su cabello en una coleta alta.
Esperó hasta ver el auto de Hades aparecer por la calle. Salió de su casa y se acercó. Le habían dejado el asiento trasero, junto a Cruella.
—Buenas—saludó en forma general mientras se subía al coche. Cruella solo la observó, Hades hizo un movimiento con su cabeza y Flama se volteó con una sonrisa.
—¡Felicidades!—soltó
Hades frunció el ceño.
—Oh, gracias.—respondió ella con una sonrisa y un poco asombrada porque supiera de la competencia.
—¿Crees que puedas usar tus habilidades para alguna misión?—le preguntó interesado, mientras se sentaba mirando al frente y jugaba con el fuego.
—Pues...no lo sé.
—Yo creo que podrías enseñarme a hacer algún tipo de backflip, así luzco cool.
—Creo que convendría que tengas en la cabeza la misión de hoy—habló Cruella, acomodando su cabello—No estamos saliendo de fiesta.
—Tranquila, se lo que hago—Flama le respondió, calmado.
—¿Dónde tienes tu celular, Daphne?—le preguntó Hades, mirándola por el espejo.
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MADNESS ©
Teen FictionEldrid es un pueblo pequeño y todos se conocen entre todos. Entonces ¿porque Daphne nunca escuchó de la llegada de el chico misterioso que conoció una noche lluviosa? Y ¿porque su llegada cambiaría el rumbo de su vida? Diseño de portada por Julijo...