•『 ✶ Signos de libertad ✶ 』•

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Todo su cuerpo dolía, algo tan simple como bañarse se le estaba dificultando demasiado. Cada gota que caía en su cuerpo le generaba un ardo y con cada movimiento sentía un inmenso dolor.

Ayer sus padres lo levantaron temprano y lo obligaron a hacer las tareas de la casa, así que con todo el dolor muscular que tenía tuvo limpiar y cocinar durante todo el día, su hermana lo intentó ayudar, pero sus padres no la dejaron. Igualmente, ella termino ayudandolo, limpiando el baño, y las habitaciones a escondidas. Y más tarde, cuando la noche llegó, Ryunjin espero que sus padres se vayan a dormir, para ir ayudarlo.

Ella se encargó de limpiar la cocina, lavar los platos y hacer las últimas tareas que quedaban. Cuando termino, le puso algunas cremas y le dio remedios para aliviar el dolor.

Hoy a la mañana, Ryunjin fue temprano a su habitación, para darle unos antibióticos y dejarles las cremas que le aliviarian el dolor.

Él tomo los antibióticos antes de bañarse, y ahora se encontraba pasando las cremas por su cansado cuerpo.

Con cada movimiento su cuerpo parecía arder, todo le dolía. Además, si no le era suficiente con el dolor físico, mentalmente no estaba mejor, se sentía triste, culpable y tenía mucha irá, estaba enojado con él, sabía que no tuvo que confiar en Jisung, él lo llevaría por mal camino, él haría que se gane estos tipos de castigos, y acá se confirmaba, que mentir no le traía nada malo.

Se sentía tan culpable por haber mentido, y aunque no podía negar que la había pasado bastante bien, ¿de qué le servía eso si luego recibirá un castigo tan duro? Durante todo el domingo, su cabeza estuvo recordarle que todo fue por su culpa, por confiar en un menos, por mentir, por ser un mal hijo, ¿cuál era la necesidad que tenía por salir? Siempre estuvo bien, no le importaba quedarse en casa durante los fines de semana, no le costaba seguir las leyes, siempre estuvo bien con su normalidad, ¿por qué ahora quiso darle un cambio? ¿por qué tuvo que cuestionarse todo?

Estaba tan enojado, con él, con Jisung, con el mundo, con todo, sentía tanta impotencia, siempre fue advertido, pero él quiso mandar todo al carajo por un menos, ¡un menos!

De todos modos, por más enojado que este con la situación, aquel sentimiento que sentía cuando pensaba en Jisung no desaparecía, su sonrisa seguía repitiéndose en su cabeza y aquellos pequeños momentos de aquel día no lo dejaban dormir. Ansiaba poder sentir nuevamente aquella sensación tan reconfortante, pero se sentía culpable.

Culpable por haber mentido, por divertirse, por disfrutar, por sentirse tan bien cuando Jisung estaba cerca, por sentir las famosas mariposas cuando él le sonreía, ¿qué iba a hacer? ¿Cómo podría borrar todo eso que sentía cuando su recuerdo aparecía?

Unas lágrimas se escaparon, pero Minho las limpios rápido sin dejarlas fluir. No arreglaría nada llorando.

Agarró su mochila y salió de la habitación, a diferencia de otras veces, su cabeza iba mirando el piso, y su cuerpo encogido.

——¡Apurate Minho!—— Escuchó que gritó su madre, y apresuro sus pasos, aunque con cada movimiento sentía que se iba a romper.

A Felix le pareció raro no ver a Minho esperandolo en la entrada, le envió un mensaje, para preguntarle si iría a clases, pero el rubio no le respondió.

Penso que podría estar ocupado, o que se había arrasado, así que solo entró al instituto.

Él no esperaba encontrarse con Minho en el salón, sentado junto a Hyunjin, y tampoco esperaba que cuando se acerque a hablarle, Minho lo ignore y ni siquiera lo mire.

Se sentía herido, no entendía que le pasaba a Minho y el porqué aquella actitud tan fría.

Felix decidió darle su espacio a Minho, quizás el mayor solo quería hacer nuevos amigos o socializar, así que no se acercó a él durante toda la jornada, sin embargo, en educación física, estuvo muy antento a su amigo, y logró ver que tenía algunos moretones por su brazo, también se percato de que cada vez que la pelota impactaba contra su cuerpo se retorcia con una mueca de dolor, lo más sorpresivo para Felix fue que Minho no lograba esquivar ninguna pelota, sus movimientos eran lentos y estaba muy perdido, eso era una gran señal de que algo estaba mal, por ello, cuando el entrenamiento de fútbol termino, Felix agarró rápidamente su bolso para seguir a Minho.

——¡Minho!—— Llamo, pero el rubio no volteó—— ¡Tenemos que hablar!

El nombrado aumento la velocidad de sus pasos.

——¡Minho!—— Gritó, comenzando a trotar para alcanzarlo.

——¡Dejame Felix!

——¡Hablemos!

Minho se detuvo, y se dio la vuelta acercándose a Felix.

——¿De qué quieres hablar?

——¿Por qué me ignoras? ¿Y de donde salieron esos moretones?—— Interrogó, señalando los visibles moretones en los brazos del rubio.

——Me castigaron.

——¡¿Quién?!

——Mis papás, llegué tar-

——¡¿Qué?! A ver, levantate la remera, Minho.

El nombrado obedeció a la orden, dejando ver todos los moretones que cubrían su torso.

——¿Ellos te hicieron esto, Min?

——Sí, pero fue mi culpa, por mentirles, y seguirte a ti, a Jisung y Bangchan, yo fui el tonto que mintió por ustedes, que no estuvo atento al tiempo, esto es mi culpa  por confiar en ti, por creer que podría ser como tú.

——Minho, cal...

——Vives viendo el mundo de una forma tan increíble, no todos tenemos tu realidad, Felix. Mis padres no son como los tuyos, mi familia no es como la tuya, a ti te gusta un más y yo me siento tan jodidamente atraído por un maldito menos. Me dices que no me cierre al amor, pero abrí mis puertas y este fue mi resultado, ¿lo entiendes? Incluso si yo siquiera cambiar no podría, no puedo, y, y....

Su voz se cortó, y lus lágrimas salieron, Felix se acercó para consolarlo, pero el ruido de una bocina se lo impidió.

——¡Minho, vamos!—— Se oyó el grito de su padre.

Minho limpió sus lágrimas y se dio la vuelta, para salir del club.

En fin, espero que tengan una linda semana, les, los, las quiero mucho, gracias por su apoyo. 💘💘