•『 ✶ Signos de libertad ✶ 』•

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En el desayuno todos comieron en silencio, nadie quería hablar en un ambiente tan tenso. Todos sabían que ello no iba a llevar a nada bueno.

Todo siguió rutinual, su mamá llevándolo al colegio, encontrándose a Hyunjin, y escuchándolo hablar de cuanto odia a los menos, viendo a los lejos a Felix y teniendo muchas ganas de acercarse, nada nuevo.

Ahora se encontraba en el vestuario, como tenían educación física, debían ponerse la ropa adecuada para realizar actividad física. Como de costumbre, era uno de los últimos en salir. Había entrado con Hyunjin, pero cuando se dió vuelta él ya no estaba

Ató sus cordones, y se levantó para guardar la ropa que se había sacado en el casillero. Por casualidad, miró hacía la izquierda, encontrándose a Felix allí.

En los últimos días, siempre intentaba cambiarse lo más rápido posible para no cruzarcelo, pero hoy no tenía ganas de esquivar a su amigo.

——Hola—— susurró, obteniendo la mirada de Felix——. Hola—— volvió a repetir con una sonrisa, y eso fue suficiente para que el rubio se lance sobre él para abrazarlo——. Te extrañe...

——Yo también, pense que nunca más volveríamos a hablar.

——Papá y mamá todavía sigue enojados, pero ahora creo están un poco más tranquilos. Ayer discutieron con Ryunjin.

——¿Por qué?

——Fuimos a una manifestación, y ello...

——¡¿Fuiste a una manifestación?!—— lo interrumpió.

——-Baja la voz, tonto.

——¿Quién eres tú y qué has hecho con mi mejor amigo?

——Sigo siendo yo. Solo que cambié mis pensamientos. Y Jisung me beso.

——¡¿Jisung te beso?! ¡¿Por qué sueltas esta información como si fuera lo más normal del mundo?! En serio, me sorprendes, Minho.

El silvato del profesor se escuchó y luego el grito que llamaba a los alumnos. El par de amigo agarró sus botellas de agua para salir. Unos pasos se escucharon, luego Jeongin y Hyunjin se hicieron presentes, el primero siendo seguido por el segundo.

Los Lee se miraron entre ellos extrañados, con curiosidad por saber lo que pasaba.

Salieron del vestuario, y dejaron las botellas por algún costado, de ahí comenzaron a correr, junto a sus compañeros, teniendo la mirada atenta a Jeongin y Hyunjin, algo sorprendente era que el mayor estaba detrás de Jeongin, intentando hablarle, pero no obtenía respuesta alguna.

Se mantuvieron corriendo durante unos diez minutos, el profesor los hizo estirar y después empezaron a jugar al quemado.

Minho y Felix quedaron en el mismo equipo que Jeongin, mientras que Hyunjin estaba con toda su banda de más.

El juego comenzó, y todo fue normal, hasta que los pelotazos tomaron una sola dirección: Jeongin. El equipo usaba eso a su favor, protegiendolo y provechando para atacar, pero el problema se veía en Hyunjin, que por primera vez empezaba a retar a sus amigos, e intentar que jueguen, y no ataquen a Jeongin.

Mientras que él se miraba indifetente, diciendo que no necesiba que lo defiendan.

——¡Basta les dije!—— gritó Hyunjin.

——¿Qué pasa, Hwang? Estamos haciendo algo que a ti te encanta hacer.

——Con él no.

——¿Por qué? No dijiste nada cuando lo golpeamos, ¿y ahora te molesta?