Recuperando El Nivel

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-¡Como osas venir en mi contra, humano!

Un dragón de gran tamaño rugía hacia el cielo, fijando su vista en una silueta.

Aquella silueta le pertenecía a Kazuma, quien descendía a gran velocidad.

Este miró fijamente al dragón.

[Rey de los dragones del fuego : ‘Ifftir’.]

Pero mientras caía en picada, este fue interceptado por varios dragones.

Las llamas salían disparadas desde sus fauces en dirección a Kazuma.

-¡Conténganlos!

De repente el cielo comenzó a rodearse de varios dragones negros.

Una lucha entre dragones inició en el cielo, cubriendo las nubes con aquella demostración de poder.

Kazuma empezó a descender en picada hacia la dirección del dragón más grande.

‘Su punto débil es la garganta.’

Fijando su mirada hacia las fauces del dragón, comenzó a maniobrar con sus dagas en el aire.

Un dragón que se había alejado del grupo cargo en su contra.

¡Wosh!*

Pero Kazuma solo sonrió al sentir su presencia.

-‘Mutilar’.

[‘Mutilar’ ha sido activado.]

Una rápida secuencias de cortes a gran velocidad acabó con aquel dragón en un instante.

Doo*

Doo*

Doo*

[¡Has derrotado a un dragón!]

Aquellas bestias mágicas temidas por todos las naciones y reinos, ahora caían masacradas una por una.

El dragón más grande de todos miraba la escena con miedo.

‘¿Cómo puede haber un humano que posea tanto poder?’

Estaba consternado, hace solo minutos su reino fue irrumpido por un humano buscando pelea.

El no le tomó importancia a la primera, pues no tenía razón para darle aquella atención a un humano con aires de grandeza.

El era ‘Ifttir’ el rey dragón del fuego, uno de los hijos de Kamish.

Su presencia causaba temor en todos los rincones del mundo, pues un dragón anciano como el era más que suficiente para llevar una nación a la ruina.

Pero ese no era el caso en estos momentos.

Su nombre y su orgullo estaba siendo aplastado por la fuerza de un solo humano.

Eso le lleno de ira.

-¡Como se atreve un mísero humano a hacerme pasar por las humillación! ¡Pagaras por este pecado con tu vida!

Una potente llamarada fue enviada hacia Kazuma, pero el solo dio un giro en el aire.

-‘Silvia’.

Con el llamado Silvia emergió al lado de Kazuma.

Ella analizó la situación al instante, creando una barrera que soporto aquellas llamas hasta deshacerse.

‘¡Mis llamas que pueden calcinar incluso a los humanos llamados héroes no fueron efectivas!’

Kazuma finalmente llegó hacia la cabeza del dragón, cortando con su daga hasta dejarlo ciego de un ojo.

-¡Agh! ¡Maldito humano!

Konosuba : ¡Bendito sea el Monarca! - Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora