Luz y Oscuridad (1)

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En un inicio no existió nada más que nada, por lo tanto no había algo.

De un momento comencé a tener conciencia de mi mismo, lograba ver algo claro en todos lados.

En ese momento no había nada más que una conciencia sin pensamiento, al menos así fue un tiempo.

Pero de un momento a otro comencé a sentir algo más que solo mi propia conciencia.

Frente a mi comencé a sentir algo opuesto a mi propia conciencia, pero era diferente a mi.

Esta era una clase de opacidad y oscuridad.

Aparentemente comencé a entender que esa oposición también era igual a mi. Sentía una conciencia ser rodeada por todo aquello que podía percibir además de mi mismo.

Paso mucho tiempo hasta que de alguna forma pudimos entendernos el uno al otro, a tal punto de que quisimos poder sentir al otro.

Sin darnos cuenta dimos luz a la primera interacción en lo poco que era la creación.

—Leisha.

—Miguel.

Esas fueron nuestras dos primera palabras, las cuales luego tomamos como nombres para referirnos el uno al otro.

Comenzamos a ampliar aquellas palabras en forma de sonido qué viajo a través de nuestro espacio limitado, cosa luego llamamos autoridad y al espacio sistema.

Comenzamos a sentir que había algo más dentro de nosotros mismos, eso fue cuando di la primera luz en la creación.

De nuestra comunicación nació un ser que era una extensión libre de mi mismo, tomando la forma corpórea de la gran luz que era.

Este ser fue llamado: "Babel".

Poco a poco comencé a crear más y más vida, llego a tal punto de que mi espacio limitado se había vuelto bastante extenso en poco tiempo.

Pero podía sentir como ella no gozaba esto...

—Leisha... No te he escuchado hablar hace tiempo.

Podía sentir cosas nuevas siendo expulsadas de su ser, era casi como si ella me miraba con tristeza a lo lejos.

—Tu puedes estar acompañado y tienes un gran hogar, en cambio yo...

Leisha seguía en la oscuridad qué no era mucho más grande que el cuerpo de Bellion, comencé a pensar en ello como una prisión.

Aunque en realidad era lo mismo que conmigo, así que no entendimos el por que ella no era capaz de moldear como yo.

Fue hasta que aquello paso.




***




—Miguel...

—Esto...

Frente a mi estaba el cuerpo inerte de un mortal qué yo cree personalmente, una raza cercana a la mía, pero no del mismo poder llamada humano.

Le primer humano tuvo iguales como yo y ahora frente a mi esta su hijo, este se llamaba Abel.

Su hermano Caín había cometido un acto qué bajo las palabras de Babel fue denominado "Asesinato".

Konosuba : ¡Bendito sea el Monarca! - Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora