Batalla en el Valle de la Muerte

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Luego de sobrevolar los límites de Brydle durante un tiempo, finalmente habían llegado a su destino.

Este era un valle de color oscuro en todo lo largo, manchado por el hedor de la muerte.

Fijando su destino en la cima de una gran montaña, Mitsurugi logró mirar algo entre las rocas.

Este era una especie de templo, hecho de una piedra bastante hermosa y con grabados en los laterales.

Parecía un templo sagrado, o al menos daba ese aspecto.

Gracias a que llegaron volando, no tuvieron que subir por los cientos y posibles miles de escalones desde la base hasta la cima.

Mitsurugi se quedó mirando la entrada del templo durante unos segundos, admirando y contemplando.

'Hay una gran fuente de energía sagrada rodeando este lugar, incluso comparable con la divina.'

Lafcer se acercó a las grandes puertas, abriéndolas de un empujón con algo de fuerza.

Un sonido de metal rechinando se escucho a lo largo.

Kiiiinch

Ambos entraron al templo, viendo que este era bastante oscuro en su interior.

Pero Lafcer iluminó el lugar con una orbe de mana, haciendo gala de su gran manejo del mana.

Como un dragón de tantos años, ella sabía manipular a la perfección el mana, logrando un resultado similar al de un encantamiento.

La luz iluminó todo el pasillo, dejando ver un recibidor que asemejaba al de un santuario nórdico.

En las paredes habían escritos a lo largo de los laterales, pintadas con mana y poder sagrado.

Mitsurugi se acercó a un muro, tratando de leer los escritos.

-¿Qué clase de idioma es este?

-Eso es el primer idioma del mundo.

Lafcer se acercó a Mitsurugi por detrás, tocando los escritos con la punta de su mano.

-¿Enserio?

-Si, fue el idioma que creo nuestro padre, Kamish, para poder grabar sucesos.

-¿Puedes leerlo?

-Claro, es mi idioma natal. Déjame ver...

Lafcer comenzó a liberar mana por las paredes, causando que los escritos iluminarán aún más.

-"Yace aquí la cuna y la tumba, el poder de la justicia que se alimenta del mal. Encantada con los cantos de una valquiria, un pedazo del bastión nórdico, Freya."

Lafcer se sintió interesada por el nombre de "Freya", sintiendo una sensación incomoda por mencionar ese nombre.

-¿Quién es Freya?

-Es una diosa, al menos eso entiendo.

Mitsurugi confirmó que había un fragmento de la espada Gram en este templo, eso con la mención de Freya, su portadora original.

Un poco de emoción recorrió el cuerpo del aprendiz a héroe, eso por poder recuperar algo que el consideraba un pedazo suyo.

Acercándose al centro, donde yacía una especie de pedestal forjado de una clase de metal.

Este pedestal tenía escritos desde la base hasta la punta, aunque estos parecían ser dibujos.

'Debe ser una clase de acertijo, o puzle.'

Mitsurugi intento resolver el enigma, aunque sin mucho existo. El jamás había sido muy bueno para ello.

Aunque una idea vaga apareció en su mente, recordando nuevamente el nombre de Freya.

Konosuba : ¡Bendito sea el Monarca! - Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora