La aparición del abismo

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*Ahora regresamos al momento en el cual vuelve*

Kazuma había salido de la brillante puerta, la cual se cerró después de que el pasara de esta.

Tenía la mirada gacha, parecía que su cabello estaba ocultando su mirada con su sombra.

El Administrador sonrió cuando vio a Kazuma nuevamente, el sabía que todo había salido tan y como lo previo.

Por lo menos eso era lo que pensaba, ya que quería mantener al Monarca en un estado de felicidad junto a Hanna.

Pero Aqua había entendido al instante todo lo que había sucedido, sin poder hacer nada más que quedarse inmóvil.

No podía decir ninguna sola palabra, mientras que su mirada comenzaba a dilatarse, fija en Kazuma.

Aqua lo sabía.

'Esa apariencia...'

Kazuma parecía estar perfectamente normal, pero Aqua estaba sintiendo lo que estaba apuntó de pasar.

Sintió después de tanto un escalofrío en su nuca, culpa de su mayor temor.

La muerte estaba preparada para aparecer junto a su hogar, el mismo abismo.

-¿Hmm?

El Administrador se confundió al no ver a Hanna por ningún lado.

-¿Dónde está ella...?

Una pregunta fue tirada al aire, pero Kazuma había escuchado y por instinto dijo la respuesta.

Movió sus labios en un susurro.

-Se fue...

El Administrador por alguna razón no fue capaz de escuchar esas palabras, acercándose más a Kazuma.

-¿Qué dijiste...? No pude entender bien...

El Administrador acercó su mano hacia Kazuma, para así poder tomar su hombro en apoyo.

Pero Kazuma habló nuevamente.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Se Fue!!!!!!!!!!

Un grito sacudió la habitación con tal estruendo, que los tímpanos de Dust y Faitfore fueron explotados al instante.

Una onda de choque sacudió el templo de Cartenon de tal forma, que parecía un planeta luego de colisionar contra otro.

Aquella sala protegida por las leyes del universo fue sacudida de tal forma, que sus paredes comenzaron a venirse abajo.

Ahí fue cuando todo inició, pues Kazuma libero finalmente el abismo para no ser presa de sus sentimientos.

El abismo fue liberado, consumiendo todo el templo en la oscuridad.

Su poder fue tal que incluso abrió la entrada del templo, yendo mucho más allá.

¡¡Pram!!*

La oscuridad se dirigió a tales distancias, que logró consumir todo el planeta.

No era suficiente para saciar su espacio, expandiéndose en toda el sistema solar, devorando consigo al sol.

Pero tampoco era suficiente, tapando consigo a toda la galaxia entera, luego expandiéndose a todas las que había alrededor.

En unas pocos segundos, todos los seres vivos del universo se vieron devorados por la oscuridad.

Incluso los dioses sintieron como todo lo que los abarcaba y conocían era consumido por la oscuridad, incluso los mismos conceptos.

Todo el universo se cubrió de oscuridad total, pero incluso todo lo que se conocía no fue suficiente para contener el abismo.

El abismo comenzó a causar grietas en los límites que contenían todo el universo, amenazando con salir.

Konosuba : ¡Bendito sea el Monarca! - Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora