Después del final

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Mine estaba sentada en el suelo mientras miraba hacia delante.

Frente a ella, la armadura Thama que había despertado rebelión en contra de sus iguales.

Pero ella sentía algo más dentro de esa armadura resplandeciente con forma de dragón.

Era algo que su corazón le trataba de decir a su mente.

'El es... '

Pero cuando su mente divagaba en ello, Tusk se acercó para confirmar sus sospechas.

-Puedo sentirlo... El alma del amigo de mi señor, Tatsumi, ahora está tomando poder sobre aquella densa masa.

-Entonces el ahora ha resucitado.

-No, no es así...

Tusk negó con la cabeza.

-Solamente su alma ha logrado despertar entre lo que es un Thama, cosa ya imposible. Pero nada más que eso...

Tusk levantó su báculo en dirección de la armadura con el alma de Tatsumi.

-No sabemos cuando volverá en sí, con ese poder ahora es incluso capaz de pelear al nivel de Igris por un rato.

-¡Espera!

Mine se paro frente a Tusk poniendo entre el y la armadura.

En sus ojos algunas lágrimas salían por la desesperación.

-¡Por favor no le hagas nada!

-Puedes prometer... Prometer que es no es mi peligro para lo que mi señor ha peleado.

-...

Mine comenzó a pensar en sus opciones por un segundo.

Estaba claro que ella no podía garantizar que Tatsumi mantendría el control de la armadura por siempre.

Incluso un mínimo escape y este podría alcanzar en minutos un nivel de peligro sin igual.

Pero a ella no le importo nada de eso, tomando cualquier riesgo.

-¡Lo haré!

Tusk sonrió al ver la determinación de Mine, bajando su báculo.

-Estaba jugando de todas formas, aunque buenas palabras.

-¿Huh?

Mine vio como Tusk reía un poco antes de darse la vuelta.

-Ya sabía que esto iba a pasar, fue mi rey quien alteró esa armadura para que Tatsumi volviera en sí. Se dio cuenta de eso hace unas semanas.

-¡Tu...!

-Solo pasa el rato, luego mi rey o algún dios le puede crear un cuerpo para poner su alma.

Mine se enojo y se puso roja de la vergüenza por las cosas que tuvo que decir por culpa de Tusk.

Tusk se fue por su lado mientras que Mine solo lo veía enojada.

Luego de que este se alejara, ella finalmente se pudo relajar para mirar a la armadura.

'Tatsumi...'

Mine abrazo a la armadura sin temor a recibir daño por esta.

-Te extrañe...

-...

Aunque Tatsumi no tuviera nada más que su alma en esa densa capa de guerra, el lo sintió.

Sintió el calor de Mine como si el metal fuera su propia piel.

En su corazón Mine pudo escuchar como Tatsumi le respondía mientras correspondía el abrazo.

Konosuba : ¡Bendito sea el Monarca! - Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora