Capítulo 4. Cambio de Planes

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Rin no dejaba de sollozar y apenas era consciente de lo que sucedía a su alrededor. 

Fue llevada rápidamente por orden del duque a una de las cocinas del palacio donde le dieron a tomar una taza de té para que se tranquilizara. Sus manos no dejaban de temblar por lo que el duque se sentó frente a ella y de forma delicada tomó la taza para darle de beber el té a sorbitos con una cuchara. 

Los sirvientes estaban muy alterados y no dejaban de comentar lo sucedido. Cada cosa que Rin escuchaba era una versión más distorsionada de los hechos. 

Cuando el shock del momento empezaba a pasar, escuchó a alguien susurrar que el duque Sesshomaru la había tratado de violar. Esto la llenó de furia y volteó a ver al joven duque quien seguía sentado frente a ella  y seguramente también escuchó tal comentario, pero tenía esa típica expresión impasible que tanto lo caracterizaba en la novela. 

En verdad al duque lo tenía sin cuidado lo que la sociedad pudiera pensar de él. 

Pero Rin no iba a dejar que su reputación se manchara de esa forma tan sucia. 

—Quiero que quede muy claro que el duque Lloyd no ha abusado ni intentado abusar de mí en ningún momento. Todos aquí sabemos que es una persona honorable y recta incapaz de cometer un acto tan atroz— declaró la castaña en voz alta y contundente para que todos la escucharan. 

—Entonces señorita Arina, si no fue el duque Sesshomaru ¿Quién fue la bestia que la dejó en ese estado tan lamentable ? ¿pudo reconocer al criminal? —preguntó preocupada una sirvienta. 

Rin pensó que esta era la oportunidad perfecta para denunciar a Naraku y el acto monstruoso que intentó realizar con ella. Iba a abrir la boca para decir la verdad cuando una mano grande y fuerte apretó su hombro distrayendola y antes de que pudiera hablar, Sesshomaru la interrumpió. 

—Fue un hombre desconocido, llevaba puesta una máscara y lamentablemente nadie lo pudo ver antes que huyera —declaró Sesshomaru sin dejar de verla a los ojos dejando a todos asombrados y temerosos ante la posibilidad de que tal desconocido siguiera libre por los alrededores. 

Rin frunció el ceño molesta porque el duque había encubierto la identidad de su agresor. 

¿Por qué tampoco la dejó denunciarlo públicamente?

Sesshomaru se levantó de su lugar tomándola de la mano para ayudarla a ponerse de pie.

—Lo mejor será que ahora mismo se retire a sus aposentos a descansar; yo mismo la acompañaré y me encargaré de su seguridad durante la noche para que mañana pueda regresar a la casa de su padre. 

Rin lo siguió en silencio por los pasillos que dirigían a las habitaciones de las damas de la corte de la princesa Aome. 

—Rin —la llamó Sesshomaru en medio de su silenciosa caminata—, por lo que veo tengo que recordarte que no es conveniente que se sepa que fue Naraku quien intentó abusar de ti. —La volteó a ver y pudo observar su mirada confundida—. Tú como mujer noble deberías estar al tanto de que la ley prescribe que si un hombre noble de alto rango abusa o intenta abusar de una mujer noble de rango más bajo, se verá obligado restaurar el honor de ésta contrayendo nupcias con la afectada. 

Los ojos de Rin casi se salieron de sus órbitas. Por supuesto que no recordaba tal ley, habían cosas que al parecer su mente no consideraba importantes y simplemente las desechó aún después de tomar la pócima. 

—Como lo imaginaba, lo habías olvidado —dijo frunciendo el ceño—¿pero en qué mundo vives? Es tiempo de que empieces a madurar... después de todo... pronto tendrás que casarte —la reprendió dándole la espalda 

Me Convertí En La Esposa Del Frío Duque Del OesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora