Capítulo 8. Estrés

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Con la partida de Sara, los sirvientes que le eran leales a ésta la siguieron. No es que fueran muchos, pero ésto dejó a Rin sin un chef ni una ama de llaves confiables para ayudarle a reorganizar el baile en una fecha diferente.

Sesshomaru le había sugerido que dejara todo como estaba y que simplemente enviara nuevamente las invitaciones,  que los nobles se las arreglaran para asistir en la fecha acordada, pero Rin pensó que eso sería un gesto muy desconsiderado hacia los invitados. 

—Toma por lo menos tres semanas prepararse para un baile de esta magnitud, los nobles se ofenderán si les avisamos con solo una semana de anticipación ―argumentó la castaña, por lo que Sesshomaru no tuvo otra opción que dejar que su esposa hiciera lo que quisiera.

―De acuerdo, pero solamente no te sobreexijas, si necesitas ayuda, no dudes en llamarme.

Ante tal ofrecimiento, Rin no pudo evitar sonrojarse un poco, durante los últimos días el nivel de frialdad de su esposo había disminuído considerablemente. Las comidas ya no eran embargadas por un silencio sepulcral y de vez en cuando le parecía ver un atisbo de sonrisa por parte del peliplata. Rin tenía la creencia de que este cambio de actitud, se debía a que ahora la comprendía un poco mejor, dado que sabía sobre su condición de amnesia parcial.

―De acuerdo, tendré en cuenta su ofrecimiento, pero por el momento, creo que puedo manejar la situación por mí misma ―contestó la duquesa con convicción.

Y fue así como la castaña se puso manos a la obra para tener todo listo. Nuevamente las invitaciones fueron enviadas, pidiendo explícitamente que los invitados confirmaran su asistencia. 

Sesshomaru se encargó de conseguir el reemplazo del ama de llaves. Llamó a la anterior empleada, Kaede Barrow, quien prácticamente lo había criado desde que era un niño. La mujer se había retirado un poco antes de la llegada de Sara por cuestiones de salud, pero afortunadamente ésta había mejorado durante los últimos años, por lo que en cuanto se enteró de que el joven duque solicitaba sus servicios, no dudó en acudir en su ayuda. 

―Es un honor conocerla, su gracia, la duquesa de Lloyd ―saludó la anciana cuando fue presentada ante la joven duquesa 

―Será un verdadero honor estar a su servicio, de ahora en adelante, por favor disponga de mí como usted lo desee. 

Esta mujer era completamente diferente al ama de llaves anterior. Desde el principio demostró su lealtad hacia su nueva señora, sin ninguna vacilación. Al quedar a cargo del personal se aseguró de poner en orden a los empleados, la mayoría de ellos  la conocían desde antes, dado que llevaban trabajando en la mansión durante toda su vida, por lo que fue fácil para la mujer imponer su autoridad.

Kaede resultó ser un gran apoyo para Rin en la reorganización del baile. También lo fue, su nueva mucama personal, Ayame. Después del incidente con Sara, Rin decidió promover a la pelirroja y darle un aumento. La castaña también se prometió a sí misma que cuando terminaran los preparativos para el baile y tuviera un poco más de tiempo libre, se comprometería a enseñarle a leer a la muchacha y a su hermanito menor.

No tuvo problemas con la banda musical que amenizaría la fiesta, los músicos tenían la fecha libre para el nuevo baile, después de todo, era un gran honor interpretar en la fiesta del duque.

El problema ocurrió cuando fue el momento de buscar un chef que preparara la comida del banquete. Dado que el chef anterior había renunciado, se estaba haciendo difícil encontrar un buen reemplazo.

Mientras que el antiguo chef de la mansión, preparaba exquisitos manjares, que combinaban armoniosamente distintos sabores; el resto de los chefs del ducado, preparaban comidas sosas y sin gracia. Nada digno de un banquete servido en el baile de invierno organizado por el duque.

Me Convertí En La Esposa Del Frío Duque Del OesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora