Capítulo 6: Luna

164 8 0
                                    

-Dara ¿estas bien? - la doctora entro a la enfermería 

-Sí todo bien doctora-

- Dara... ¿Qué les dirás a tus padres cuando te vean así?

- No se preocupe, me acaban de llamar y me avisaron que estarán afuera por unos días así que no se darán cuenta de nada.

- Bien... Dara solo pude conseguir esto de ropa- me extiende una bolsa negra- ya que la tuya no la puedes usar porque está muy sucia y probablemente rota- dice esto mientras toma l abolsa y saco de ella una camisa blanca grande y unos pantalones que eran un poco grandes.

-Se lo agradezco mucha doctora, no sé qué aria sin su ayuda-

- Es lo menos que puedo hacer Dara, quisiera ayudarte de otra manera o ayudarte más, pero solo puedo hacer esto no sabes cuanto lo siento, lo siento mucho Dara.... Perdón- lo decía con toda su sinceridad desde el fondo de su corazón sabía que la doctora no podía hacer mucho, pero lo que hacía lo hacía con cariño por lo cual estaba muy agradecida.

- Por cierto, Dara pude arreglar tu salida; les dije a tus profesores que estabas enferma y que te ausentarías de sus clases por unos días y que, por supuesto tenías un justificante médico, así que podrás falta unos días y esto no te va a perjudicar, puedes descansar en tu casa sin preocupaciones. - me regala una sonrisa de consuelo

- Se lo agradezco mucho- de verdad se lo agradecería era un buen gesto de su parte

-Creo que será mejor que te ayude a vestirte por que no creo que te puedas mover con facilidad-

-Sí, es buena idea gracias- le medio sonreí en forma de agradecimiento por lo que hacía por mi

Comencé a vestirme con ayuda de la doctora, aunque el dolor era mucho trataba de no quejarme no quería ocasionar más molestias; acabamos lo más rápido que pudimos y me acompaño a la salida del colegio y se esperó conmigo hasta que llego un taxi que pedimos para que me llevara a mi casa, por suerte para mi mientras nosotras salíamos de la escuela todos se encontraban aún en sus clases, así que todo fue más fácil. El taxi llego rápido por lo que me despedí de la doctora y me subí rápidamente y me dirigí a mi casa, llegue muy rápido y como pude baje del taxi y entre a mi casa porque todo el cuerpo me dolía demasiado y lo único que deseaba era descansar.

Al entrar en mi casa y ver que estaba completamente sola pude sentirme mejor, sentía mucha tranquilidad.

-Por fin en casa y sola-

Subí a mi habitación y me metí a darme una ducha a mi baño ya que mi baño se encontraba en mi habitación lo cual lo hacía muy cómodo. Me quité la ropa que me había dado la doctora y abrí las llaves de la regadera mientras caía el agua en mi cuerpo las lágrimas caían de mis ojos, siempre que me golpeaban me metía a la ducha para poder sentirme mejor el agua me ayudaba a relajarme, pero eso hacía que mis emociones salieran. 

De alguna manera sentía que limpiaba la suciedad que sentía en el alma, es como si el agua pudiera llevarse mis sentimientos, lo que sentía en ese momento esas emociones desaparecían por unos instantes.

Sali del baño, me puse un pantalón de algodón y una blusa de manga larga igual de algodón los dos de color azul oscuro, me recosté un rato y me quede dormida por unas horas y cuando desperté me dirigí a la ventana de mi habitación está daba al patio trasero de mi casa, ya era de noche por lo que todo está oscuro la única luz que se reflejaba en el lugar era la de la luna, la hermosa y cálida luna, me le quede mirando por un rato la belleza de aquella luna me atrapo por completo, su luz era fascinante era luna llena así que se veía más hermosa que otros días.

Me sentía tan vacía, tan insignificante, tan estúpida ya no podía más con esto, todo esto me está matando lentamente me estaba matando física y emocionalmente ya mis ganas seguir se estaban esfumando, todo mi mundo se desboronaba poco a poco no le encontraba ningún sentido a la vida.

Mi perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora