Mi perdición

Capitulo 2: Bienvenida

- Como ya lo menciono la profesora se pueden dar cuenta soy nuevo en la ciudad así que espero conocer a muchas personas y hacer amigos, pero en especial hacer muchas amigas- esto lo dijo con una voz muy segura y seductora al mismo tiempo, supongo que estaba mirando a algunas chicas ya que después de eso varias se empezaron a reír, no pude ver quienes eras ya que aún tenía mi mirada concentrada en mi pupitre con la cabeza baja, esta es la mejor postura para evitar problemas. 

Inmediatamente después la profesora le ordeno que se fuera a sentar al pupitre vacío que estaba al otro lado del salón en una esquina junto con una ventana que daba al pasillo.

Por una extraña razón sentí una mirada sobre mí en el momento en que toda la presentación del chico paso, pero no quise voltear hacia el lugar de donde sentía que provenía esa mirada, porque sentía que muy probablemente era mi imaginación.

Pero durante toda la clase sentí esa extraña sensación.

Después de la clase de historia, la cual disfrute mucho ya que era la única clase que no tenía con Camila y sus amigos y a pesar de que me sentia un tanto incomoda pude sentirme un poco tranquila, salí del salón cuidando de no chocar de nuevo con alguien y así como Sali de la puerta sentí como alguien me tomaba del cabello y me tiraba al piso y cuando caí sentí que algo me había caído encima como una especie de líquido pegajoso, cerré los ojos cuando empezó a caerme esa sustancia y cuando empecé a abrirlos no pude distinguir que era lo que me habían arrojado, era oscuro y viscoso además de que emanaba un olor bastante fuerte y bastante repugnante.

Y en ese momento empecé a escuchar risas, pero escuché una en especial, era la maldita risa de Camila que desde hace mucho tiempo su maldita risa me atormentaba todos los días.

-Jajajajajaja- reía Camila como si estuviera viendo uno de los mejores espectáculos de su vida- Hola mi pequeña Dara ¿Cómo has estado? ¿Me extrañaste? porque yo si extrañe jugar con mi más valioso juguete y extrañe más ver tu cara de estúpida que te cargas-

Sus palabras por más simples que fueran me lastimaban y  me atormentaba más ser el centro de las burlas de aquel pasillo, porque para ese momento ya había varias personas mirándome entre ellas las personas que pasaban, las que salían de los salones de clase y las que salían de mi salón, todas ellas me miraban tan divertidamente y para mi mala suerte mi profesora ya se había retirado y no tenía idea de en donde se encontraban los demás profesores porque cuando se les necesitaba nunca estaban, mientras pasaba todo esto podía escuchar esas malditas risas burlonas de todos y yo solo podía ver esas caras asquerosas, todo eso me causaban asco, dolor, agonía y enojo, sobre todo eso ENOJO.

-¡Vamos estúpida, di algo!-  se empezó a acercarse a mi mientras yo estaba sentada en el piso, se acercó de tal manera que quedo a unos pocos centímetros de mi cara - Di algo maldita bastarda antes de que te saque las palabras a golpes.- esto me lo dijo con una voz retadora y amenazante al mismo tiempo.

La mire fijamente y supongo que mi cara estaba llena de terror y enojo al mismo tiempo ya que su cara empezó emanar felicidad, mientras se reí con diversión se fue alejando de mi cara , en ese momento me quede en blanco no supe que decir no sabía que podía decir y cuando menos lo pensé sentí una patada por detrás la cual hizo que me fuera de frente y caí casi a los pies de Camila, cuando quise voltear para ver quien era la persona que me había pateado tan brutalmente no pude hacerlo porque  un pie no me dejo levantarme, y así me tenían en el piso con un pie encima de mí que me impedía ponerme de pie .

En ese instante la voz de aquella persona se hizo presente era la voz de Michael el mejor amigo de Camila.

-¡Cuando Camila te ordene algo, lo haces!- dijo Michael con voz intimidante-¿Entendido maldita basura?- esto último lo dijo divertido y puedo asegurar que mientras me pisaba tenia en la cara su maldita risa sínica.

Michael Hamilton era mayor que nosotros por un año, él era el típico rubio con cabello envidiable , ojos azules que era lo que más resaltaba en su cara de porcelana , con un cuerpo definido era alto de aproximadamente 1.80, sus facciones eran suaves no tan marcadas, pero era muy atractivo, muchas se morían por él además tenía un arete en la oreja derecha y una perforación en la nariz, lo cual para muchas le dé un toque de "bad boy" y para muchas del colegio el es perfecto.

Pero para mí es un completo imbécil con cara de baboso.

-Jajajajajajaja- volvió a reír Camila- Esto te pasa por no acatar mis ordenes estúpida- estas palabras las dijo con rabia y como autoridad como si ella fuera alguien importante y yo tuviera que seguir todas sus órdenes.

Lo único que podía pensar era que esa Maldita perra, algún día me la iba a pagar.

Algún día me iba a desquitar de lo que me estaba haciendo.

-Déjame en paz, por favor...- esto último lo dije aun con la cara en el piso y casi suplicando, era mi manera de protegerme ya que si la insultaba iba a acabar peor- Aaaaaaahhh- salió un grito desgarrador de mí, porque sin esperarlo Michael me volteo tomándome del hombro y con fuerza me estampo en uno de los casilleros de la escuela y luego empezó a patearme, pero mientras lo hacía, los demás amigos/ as de Camila se acercaban a patearme y darme algunos puñetazos; todo esto pasaba mientras yo gritaba y retorcía de dolor.

¿Cómo se que eran los amigos de Camila?, fácil mientras me golpeaban se reían y me insultaban, sus voces las tenia grabadas en mi mente las tenia tan metidas en mi ser que seria imposible no reconocerlas.

Podria jurar que mi cara y cuerpo empezaron allenarse de sangre, tal vez no se veía debido a el liquido me me habian arrojado, pero sentía que se me iba la vida, solo rogaba al cielo para que mi vida noa acabará así para que ellos no fueran quien acabaran conmigo de esta manera.

Y como siempre pasaba nadie se metía a defenderme.

Todos eran espectadores.

Por que a las personas les divierte el sufrimiento ajeno. 

Camila tenía muchos "amigos", si así se les puede llamar ya que la mayoría de ellos estaban con ella por conveniencia; Michael, Marcus, Sebastián, Alexander y Victoria eran sus "amigos" eran los que siempre la acompañaban y los que me hacían la vida difícil y eran los autores de esta golpiza que me estaban propiciando.

Eran los autores de que mi vida sea un infierno.

Mientras me golpeaban y burlaban de mi pude escuchar la voz de Camila la cual me decía.

-¡Feliz bienvenida querida Dara!- 

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