"Tu padre quiere hablar contigo."
Hizo una mueca mientras levantaba su taza de café. Dejó que el calor golpeara sus labios antes de tomar un pequeño trago mientras pensaba en lo que su madre acaba de decir.
"¿Para qué?"
Ella lo miró a los ojos, algo de culpa y pena en su mirada. "No lo sé. Solo dijo que quiere hablar contigo. Supongo que finalmente cayó en sus cabales." Se rió entre dientes y se apartó el cabello del rostro, pero la brisa volvió a ponerlo en su lugar, lo que la hizo suspirar. "Han pasado semanas desde entonces, y lo he visto bastante decaído. No me ha dicho nada al respecto, pero puedo ver que se arrepiente de lo te dijo esa vez."
"Ya veo."
"Grayson."
"¿Qué esperas que diga?" Le sonrió y cruzó las piernas antes de encogerse de hombros. "El hombre dijo lo que dijo, y estoy bien. De hecho, creo que soy tan feliz como nunca antes. Las cosas están yendo bien, voy a mudarme próximamente. Las cosas en mi nuevo negocio están comenzando apenas, pero todo marcha bien." Inclinó la cabeza hacia un lado y se rió. "Ya no me importa lo que piense. Jamás tuvimos una buena relación en primer lugar. ¿Cómo puedo sentirme mal por algo que no tuve?"
Su madre apretó los labios.
"No es que te sientas mal, es... ¿por qué no pueden arreglar las cosas entre los dos? Estoy harta de estar en medio." Ella exhaló con molestia y sacudió la cabeza. "Probablemente te llame pronto. Quizás puedan solucionar las cosas. Pero, ¿realmente piensas dejar la empresa?"
Apartó la mirada de ella y suspiró. La verdad no estaba tan seguro de qué hacer. Sí, había dicho eso porque lo había considerado por un tiempo y quería alejarse de todo eso y vivir su propia vida a su propio ritmo. Trabajar para su padre se ponía en el medio de esas cosas. Y no es como si odiara al viejo, pero no podía soportar sentir que estaba siendo pisado por él. Y mientras no se disculpara con Jamie, no estaría bien con él.
"Tendré que hablar más tarde con él sobre eso, pero por el momento, sí. Quiero enfocarme en mi vida. En mi nueva vida."
Su madre asintió mientras una sonrisa se extendía en su rostro. "¿Así que las cosas están marchando bien entre los dos?"
"Sí. Genial, en realidad." Sonrió con suavidad mientras pensaba en Jamie. "Sé que es el indicado."
"Cariño." Su madre estiró la mano sobre la mesa y tomó la suya, apretándola con suavidad. Tenía los ojos brillantes, un poco húmedos. "Estoy tan orgullosa de ti. Creo que jamás imaginé que te asentaría de esta manera. Ugh, tú última ex... tu padre y yo tuvimos que interferir para que no incendiara tu apartamento." Se rió y sacudió la cabeza. "Pero mira a dónde te llevaron esos errores. Estoy feliz por ambos. Jamie es un hombre increíble. Tu tía me ha contado mucho sobre los dos y cómo sabía que algo estaba estaba pasando entre ustedes."
Se rió, sus mejillas calientes mientras recordaba la conversación que tuvo con su tía unos días atrás. Ella le confesó que su la que planeó todo el viaje y su reencuentro con Jamie. Fue realmente embarazoso saber que ella lo supo todo el tiempo. Incluso Pa lo sabía.
"Sí," dijo sacudiendo la cabeza. "No hablemos de eso."
"Ally y Ed están felices también. Dicen que les recuerda a mi y a tu padre." Sonrió con suavidad. "Es agradable saber que estás con alguien como él." Frunció el ceño y lo miró. "¿Y en dónde está?"
"Um..." Revisó su reloj y se dio cuenta de que eran cerca de las doce del mediodía. "Debería estar por llegar. Necesito ir al aeropuerto a recogerlo."
Su madre y él se levantaron a pagar y comenzaron a caminar hacia sus autos. "¿Ya escogiste la propiedad?"
"Sí." Metió las manos dentro de los bolsillos del pantalón y sonrió. "Lo llevaré a conocerla hoy mismo. Creo que le agradará. Hay mucho espacio y también le tengo un regalo especial."
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[GAY] Perfecto Error
Romance[GAY] Trabajar, ir a casa, dormir, despertar. Trabajar, ir a casa, dormir, despertar... Su vida se ha convertido en una rutina desde hace diez años. Diez años que han drenado la emoción y felicidad de su vida arrastrando a las personas que lo rodean...