"Oh, te estaba buscando." Qwin salió de la casa cuando ellos llegaron. Miró a ambos, dándole a Jamie una suave mirada curiosa. Pero ni siquiera se molestó en mirarlo a él. Grayson presionó los labios, poniendo los ojos en blanco antes de poder contenerse. El tipo tenía un problema con él y no estaba ocultándolo o era terrible para hacerlo. "¿Pasaron la noche afuera?"
Jamie asintió. "Estábamos algo lejos, así que..."
"Nos quedamos en un hotel," terminó por él.
Qwin lo miró antes de asentir. "Ya veo. Supongo que era mejor que venir tan tarde de noche." Sonrió con suavidad y volvió a apartar la mirada de él para ver a Jamie. "Estaba preguntándome si querías ir conmigo al bar de Donna. Hay partido esta noche." Se veía completamente amigable y dulce. Jamie sonrió, sus ojos brillando, casi derritiéndose al mirar a Qwin. "Pagaré por la comida. Ha pasado un tiempo desde que salimos a pasar el rato."
"Seguro. Suena bien."
"Genial." Bajó el porche en un par de saltos y sonrió. "Nos vemos."
"Adiós."
Grayson hizo una mueca asqueada al ver la expresión de Jamie. "Eso fue..." Sacudió la cabeza.
"Cállate." Cuando lo miró sus cejas estaban profundamente fruncidas. "No lo entiendes."
"Pareces un adolescente enamorado."
"¿Qué hay de malo con eso?" Metió los pulgares dentro de los bolsillos del pantalón y sacó la barbilla. "No es mi problema que nunca te hayas enamorado."
"Ja. ¿Cómo sabes que nunca me he enamorado?" Se cruzó de brazos, mirándolo a los ojos, retándolo.
Jamie bufó. "Por favor. Probablemente solo te la pasabas teniendo sexo casual." Se humedeció los labios con una sonrisa burlona. "¿Me equivoco?"
No iba a darle la razón. Primero metería la mano al fuego antes de acariciarle el ego de esta manera. Presionó la lengua contra el interior de su boca. "Nadie es suficientemente bueno para mi."
"Mhm. Porque estabas muy ocupado siendo un idiota, lo recuerdo." Se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia la parte trasera de la casa de sus tíos. "Como sea." Había una media sonrisa en su cara aun así. "¿Quieres dar una vuelta? Flash está esperando por ti. ¿Le tienes tanto miedo a montar?"
"No le tengo miedo. Es solo que sé que dolerá después."
Había leído cosas al respecto. La mayoría de las personas tenían un dolor persistente en la cadera por unos días. No quería pasar por eso. Jamie le dio una mirada cansada que gritaba 'estúpido citadino'.
"Pasará. Solo lleva unos buenos pantalones." Jamie reanudó su caminata, pero todavía seguía hablando con él. "Lleva un juego de ropa también. Te llevaré a un lugar."
Sonrió. Sus ojos bajando a la altura de su trasero, firme, redondo, bien marcado. Se mordió el labio sin apartar la mirada. "¿Finalmente decidiste deshacerte de mi?"
"No es tan fácil." Se giró, caminando de espaldas. "Ma y Pa estarían tristes."
"¿Eso es todo?"
Jamie sacudió la cabeza, una sonrisa en sus labios. "Eres muy grande como para esconder el cuerpo tan fácil."
"Estoy seguro de que puedes con eso." Tragó con fuerza, sintiendo como su estómago se volvía caliente cuando Jamie sonrió de medio lado. "¿En qué estás pensando? Saca la cabeza de la basura."
Encogiéndose de hombros, se dio al vuelta. "Yo no dije nada. Prepárate. Ve al establo en media hora."
"¡Sí, señor!"
ESTÁS LEYENDO
[GAY] Perfecto Error
Romance[GAY] Trabajar, ir a casa, dormir, despertar. Trabajar, ir a casa, dormir, despertar... Su vida se ha convertido en una rutina desde hace diez años. Diez años que han drenado la emoción y felicidad de su vida arrastrando a las personas que lo rodean...