[GAY] Perfecto Error

18

Los días al aire libre siempre serían sus favoritos.

Por eso le era difícil solo quedarse en casa en sus días libres. Prefería explorar y respirar el aire puro de alguna parte, o solo disfrutar de unas frías cervezas en algún bar. Era terrible para quedarse quieto. Ma siempre le decía que de pequeño debió ser un niño muy curioso. No estaba seguro de eso, pero ahora que tenía libertad de hacer lo que quisiera, no era fácil solo aplacarse a una simple situación aburrida.

Así que esa era la razón de que siempre estuviera buscando algo que hacer en los alrededores.

Vio el libro hacía unas semanas, y solo lo compró por curiosidad. La cosa era que cuando algo se metía en su cabeza, él tenía que hacerlo. Solo hace un par de noches, cerca de las tres de la mañana, mientras intentaba dormir y estaba bajo las sábanas, recordó las últimas manzanas de su árbol que tenía que recoger. Se dijo que las recogería en la mañana y se las daría a Ma y Pa, pero no pudo dejar de pensar en eso por los siguientes minutos. Así que se levantó, casi a las cuatro y empezó a recoger todas las manzanas antes de lavarlas y ponerlas en una cesta, listas para dejarlas en la casa principal.

Impulsivo.

Había investigado un poco y se dio cuenta de que lo era. Pero usualmente, eran buenas decisiones. Otras veces, no tanto...

"¿Podemos parar por un momento?" Grayson jadeó, haciendo que Jamie se diera la vuelta para mirarlo. Estaba sosteniéndose de sus rodillas, respirando con dificultad. Tenía el rostro rojo, ligeramente sudoroso de la larga caminata. "¿Qué tan lejos piensas ir?"

"No lo sé." Buscó una roca y se apoyó en ella para sacar el libro. "Aquí dice que usualmente los encuentras en un sitio húmedo, en los árboles caídos y el suelo." Se arrodilló, mirando dentro de un tronco y sonriendo cuando vio unos cuantos aferrados a la superficie del tronco. "Suponiendo que esté en lo correcto, éste parece ser un hongo Cola de Pavo. Un acelerador del sistema inmune y agente anticancerígeno."

Grayson se arrodilló a su lado, mirando el hongo. "Suena a que es costoso."

"Eso parece."

El hombre se dejó caer sobre una de las rocas y revisó en su mochila. Jamie continuó mirando alrededor, notando muchos tipos de hongos alrededor. Algunos de ellos eran realmente bonitos y coloridos. Vio uno que había llamado su atención, llamado el hongo de los Pitufos. Rojo con brotes blancos y un largo tallo pálido y fino. Sonrió.

"No creo que sea buena idea tocarlos," Grayson dijo, acercándose a él. Jamie lo miró cuando sintió un toque en su hombro. "¿Quieres?"

Se rió entre dientes mirando el trozo de zanahoria extendido hacia él antes de tomarlo y morderlo. "¿Eres uno de esos tipos que está obsesionado con comer saludable y orgánico?"

"No. Pero las zanahorias son buenas para ti. Y son dulces cuando están crudas." Se encogió de hombros y sonrió. "Solo me gustan."

Se puso de pie, masticando lentamente.

"¿Crees que podemos seguir?"

"Está bien."

Lo vio darse la vuelta y sacarse la chaqueta impermeable, quedándose en los vaqueros y una camiseta negra que se aferraba a su cuerpo por la humedad. Tragó con fuerza, deteniendo su mirada en su pecho y gruesos brazos por un momento antes de mirarse su atractivo perfil. Grayson era ridículamente atractivo. No parecía real. De hecho, era como uno de esos modelos o actores que se veían demasiado bien, como una simple fantasía.

Parpadeó cuando Grayson le tendió una botella de agua. "Gracias," murmuró, dándose la vuelta. 

No debió besarlo anoche. De hecho, debió solo terminar las cosas ahí. Que todo fuera una simple amistad, pero no parecía poder decirle que no. Grayson tenía una cara a la que era difícil negarse, o él solo era débil, y de nuevo, impulsivo.