Admitir nuestras debilidades ante otros puede ser una de las sensaciones más incómodas que existen.
Por eso cuando le contó todo lo que sucedió a Ben, se sintió tan débil y patético que ni siquiera pudo mirarlos a los ojos por el resto del día. Pero después de dormir ese día en su apartamento limpio y completamente libre de alcohol, y una pesada noche de sueño y varias horas después, se sentía como un mejor ser humano. Ese día salió de su apartamento y salió por una caminata en el parque cercano a su edificio. Fue por algo de café y se sentó en una banca frente al lago artificial mientras se cubría con un grueso abrigo, cruzó las piernas y solo se dedicó a contemplar el paisaje sin ningún pensamiento en la mente.
Se sintió en paz después de lo que pareció ser mucho tiempo.
Pero solo habían sido unos días.
Todas sus relaciones en el pasado, todas las aventuras y compromisos no fueron nada. Ahora se daba cuenta de eso. Nunca nadie lo había hecho sentir como si hubiera perdido cada gramo de sí mismo después de dejarlos atrás. Jamás tuvo ese vacío en el pecho que solo pudo llenar con alcohol porque era demasiado débil para afrontar su realidad.
Se preguntó qué tan patético parecía ahora frente a los demás. ¿Así se sintieron sus ex parejas? Su última "relación" que había durado años, no significó nada para él, tanto así que solo se despidió de ella por teléfono y no intentó disculparse ni saber cómo estaba. Probablemente debería hacer algo al respecto.
En todo caso, ahora estaba de regreso a su ciudad, a donde se sentía como en casa. Pero sabía que no era del todo correcto, algo hacía falta ahí. Tanto como deseaba evitar pensar en él, su mente dibujó una imagen donde ambos estaban sentados frente al lago, bebiendo sus cafés mientras él le coqueteaba contra su oído y Jamie se reía y luego golpeaba su hombro diciéndole que se comportara.
Sonrió un poco antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo.
Habría sido lindo de cualquier manera.
Solo quedaba seguir adelante y volver a encontrarse a sí mismo, a la persona independiente y enfocada que era. También tenía que regresar al trabajo, pero quizás un poco después.
Sus padres tampoco estaban en el país. Salieron de vacaciones a Dubai unos días antes y no quería molestarlos ni preocupar a su madre, así que solo dejaría que las cosas fluyeran lentamente hasta entonces.
Se llevó el vaso a los labios y sorbió un poco, haciendo una mueca cuando se quemó el labio inferior. Su teléfono vibró en uno de sus bolsillos y lo sacó, viendo que era su tía.
"Hola."
"Cariño, hola. ¿Cómo te recibió la ciudad?"
Sonrió con suavidad. "Está más frío de lo que recuerdo."
"¿Eso es bueno?"
Se puso de pie y comenzó a caminar de regreso a su edificio a través del camino más largo. "Ah, no lo sé. Supongo que está bien." Apretó los labios y exhaló lentamente. "Tía, lamento haberme ido tan rápido y de pronto. Algo inesperado surgió y tenía que salir de inmediato. ¿Estás enojada conmigo?"
Ella se rió.
"No. Si era lo que necesitabas hacer, no importa. Pero noté que dejaste algunas cosas y quería enviártelas. Solo necesito tu dirección."
"Ah, seguro. Te lo enviaré en cuanto llegue a mi apartamento." Frunció el ceño mientras pensaba. No podía recordar haber dejado nada, pero con la prisa con la que salió algo pudo haberse quedado. Se rascó la cabeza y asintió. "De acuerdo. ¿Están bien? ¿Lucy y el bebé?"
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[GAY] Perfecto Error
Romance[GAY] Trabajar, ir a casa, dormir, despertar. Trabajar, ir a casa, dormir, despertar... Su vida se ha convertido en una rutina desde hace diez años. Diez años que han drenado la emoción y felicidad de su vida arrastrando a las personas que lo rodean...