La siguiente mañana se despertó cuando el sol ya estaba afuera. Revisó su teléfono y se dio cuenta que eran casi las diez de la mañana. Sí había escuchado su alarma, pero no estaba de humor para levantarse temprano y ser productivo. Todo lo contrario, sería genial si pudiera quedarse en la cama todo el día, pero su consciencia pesaba y no lo dejaría.
Tomó una ducha y bajó, usando chandales y una camiseta sencilla, un par de chanclas. Su tía no estaba en la cocina, así que él tomó una taza y se sirvió café en ella antes de irse a la sala. Y allí estaba ella, mirando un programa en la televisión, un tazón de manzanas cortadas en la mesita frente a ella. Se dejó caer en uno de los sofás distraídamente, mirando lo que ella estaba viendo.
"Buenos días, querido." Tía Ally lo miró por encima de sus gafas cuando él giró la cabeza hacia ella. "¿No piensas desayunar?"
"No tengo hambre por el momento. Haré algo más tarde si me da hambre." Le dio una suave sonrisa, sosteniendo la taza entre sus piernas. "¿Hay algo que quieras que haga?"
"Me encantaría que desayunes." Ella le dio una seria mirada antes de suspirar y quitarse las gafas. "Estaba por regar el jardín. Aunque no sé para qué me preocupo tanto por ellas a este punto," se rió con suavidad. "Morirán al momento que la nieve llegue, pero hasta entonces, creo que será lindo que se mantengan con vida."
"Puedo hacer eso."
Ella asintió antes de regresar su atención a la pantalla. Grayson bebió su café tranquilamente, viendo la película de acción. Su tía tenía gustos interesantes. Lucy apareció por la puerta frontal cuando él estaba terminando su café. Se veía apresurada, un bolso colgando de su hombro y otros libros en sus brazos. Tenía el cabello suelto, gafas y vestía elegantemente. Se veía como una futura abogada. Le sonrió cuando ella pasó a su lado.
"Hey, Gray."
"Hola."
Su tía la miró. "¿Estás bien? Te ves agitada."
"Heaven estará aquí para la cena de Acción de Gracias." Su sonrisa era enorme y brillante, al igual que sus ojos. "Estoy feliz, pero tengo que irme. Tengo clases en una hora. Le diré a Qwin que me lleve, no te preocupes." Subió corriendo las escaleras, despidiéndose rápidamente.
"Eso es bueno," su tía murmuró. "Pensé que no vería a mi pequeña hasta después de las fiestas."
Grayson se puso de pie, mirándola. "Les dije que podía darles el contacto de un amigo que pueda ayudar en la situación. Sigue pareciéndome ridículo, lo que sea que se haya estipulado. No tiene sentido para mi."
"Lucy puede ser difícil de convencer," ella suspiró, pasándose una mano por el rostro. "Intentaré hablarlo con ella otra vez, pero no creo que acepte. Al final de día, es su decisión."
"Está bien."
Limpió la taza que usó antes de darle la vuelta a la casa para ir al jardín. Conectó la larga manguera y luego conectó la pistola ajustada antes de comenzar a disparar. No sabía una mierda de flores. Podría señalar las de color púrpura y decir que eran flores, pero eso era todo. Aun así, eran bonitas y olían muy bien. Podía apreciar la belleza en las cosas.
Su cabeza, inconscientemente, giró hacia el otro lado, donde estaba el establo y los camiones. Había escuchado algo de ruido más temprano, pero pudo lograr que le importara lo suficiente como para levantarse. Después de la llamada con Ben, solo había querido enterrar la cabeza en algún lugar y nunca salir de ahí. No era estúpido, él era perfectamente capaz de diferenciar las emociones humanas. Y tal vez estaba un poco... no asustado, pero, algo sacudido.
No habló con las palabras exactas como para que Ben comprendiera de lo que estaba hablando, pero sí intentó ser honesto. Al menos en parte. Tampoco estaba seguro de que Ben hubiera comprendido bien lo que dijo por la forma perezosa en la que hablaba, así que estaba bien.
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[GAY] Perfecto Error
Romance[GAY] Trabajar, ir a casa, dormir, despertar. Trabajar, ir a casa, dormir, despertar... Su vida se ha convertido en una rutina desde hace diez años. Diez años que han drenado la emoción y felicidad de su vida arrastrando a las personas que lo rodean...