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Nada pareció cambiar entre ellos.

En serio.

Nada.

Jamie estaba un poco confundido por eso. Pensó que en el momento en que aceptara salir con Grayson, las cosas alrededor se verían de un color diferente. Pero no fue así. 

Con los días fríos que siguieron desde ese día, ninguno de los dos hacía mucho. Grayson se negaba ir a su habitación a dormir y pasaba la mitad del día metido en su casa. Jamie sabía que debía detenerlo y decirle que pasara más tiempo con la familia antes de que ellos comenzaran a sospechar de que no estaba ahí, pero Grayson le dijo que no era necesario.

"No creo que lo noten," dijo, completamente adueñado de su sillón, jugando con las orejas de Baxter. "Salgo por la cocina y regreso por ahí. No te preocupes."

Así que una semana después, seguía ahí. No le molestaba si era honesto. Grayson era sorprendentemente más dulce y amable con él. Tenía que admitir que no era tan difícil encariñarse con él una vez dejó que su corazón se abriera. Ahora lo veía distinto, si eso era correcto. 

Y era realmente atractivo.

De la punta del desordenado cabello rubio hasta la punta de sus pies, Grayson era un hombre que exudaba clase y masculinidad, con un rostro que solo complementaba todo eso. Era como un hombre de en sueño, como un caballero en una historia antigua. A veces se encontraba a sí mismo mirándolo fijamente. Y no es como si no lo hubiera notado desde el inicio, porque el hombre resaltaba como un pulgar adolorido, pero ahora lo veía.

Con otro interés, algo más que solo un placer sexual. Ahora podía verlo como su pareja. Y solo murmurar la palabra en su mente hacía que su rostro se pusiera caliente porque estaba saliendo con este hombre. Era la primera vez en su vida que realmente salía con alguien.

"¿Estás bien?"

Parpadeó rápidamente por un momento antes de mirarlo brevemente y regresar la mirada al camino. "Sí, solo estaba pensando."

"¿Seguro? Aw, ¿no eres adorable?"

"Sí," murmuró, frunciendo el ceño antes de mirar a Grayson por un momento. "¿Te gusta como se ve?"

"Sí." Meció a Baxter en sus manos haciendo sonidos enternecidos. "Te dije que se vería adorable con ello." Lo había persuadido de alguna manera en conseguirle a Baxter una chaqueta tipo Vancouver para perros. Y con mucha búsqueda, Grayson la consiguió alegando que sería mejor que Baxter la usara cuando salieran. "Se ve bien en ella. Es un perro con estilo."

Sacudió la cabeza y entró a los estacionamientos bajo techo del centro comercial. "No mimes a mi perro."

"Aw, eres un buen padre." Grayson se rió y presionó a Baxter contra su pecho. "Pero no hay nada malo en mimarlo. Sigue siendo un bebé."

"No quiero que sea demasiado dependiente," dijo cuando estacionó y se quitó el cinturón, girándose para mirarlos. "¿Por qué crees que Bennie hace lo que quiere? Ma y Pa lo dejaban andar a su gusto por ahí y lo mimaban demasiado, ahora no le hace caso a nadie. Es una suerte si lo veo estos días."

Grayson parpadeó.

"Creo que está durmiendo bajo las escaleras. Hay un sonido extraño de ronquidos viniendo de ahí. Es un poco espeluznante cuando es de noche."

Asintió, riendo suavemente. "Así es. Quiero que Baxter sea un cachorro ejemplar." Miró al pequeño, metido en la chaqueta gris. Solo estaba recostado contra Grayson mientras el hombre le daba suaves caricias entre las orejas, luciendo en completa paz. "Está bien. Es hora de ir." 

[GAY] Perfecto ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora