—¡No puedo creer esa desfachatez de tu parte, Charlize! —papá me gritó—. ¡Has humillado a toda la familia ahí afuera! —enseguida miró a James—. ¡Y a ti debería darte vergüenza! ¿Qué clase de hombre humilla a su novia de esta manera?—¿Humillar? —James no dejaba de reír—. Pero si esto ha sido muy divertido.
—Eres un...
—¡Papá, basta! —me interpuse entre ellos antes de que papá le atizara un golpe a James.
—¡No se atreva a tocar a mi hijo! —Wanda y mamá, se acercaron.
—Debería darle vergüenza la educación tan vaga que le ha dado a su hijo —mamá la miró con desaprobación.
—No confunda diversión con mala educación —Wanda se defendió—. Mi hijo es un hombre honorable y respetuoso.
—¿Respetuoso? —dudó papá—. Por favor, su hijo no hizo más que decirnos puras estupideces toda la tarde, faltando el respeto a todos...
Sí le creía.
—Al prometido de mi hija le envió bocadillos con queso, sabiendo perfectamente que Stefan es intolerante a la lactosa —añadió mamá.
—Casi se hace mierda en los pantalones —expresó James más divertido que nunca.
No pude más, comencé a reír y Wanda hizo lo mismo. Sólo de imaginarlo me hacía querer pagar una cantidad obscena por presenciarlo.
—¡¡Basta!! —papá estalló—. ¡No voy a permitir una falta tan grande como esta!
Intenté contener la risa, papá siempre me había resultado intimidante, pero justo en ese momento no podía dejar de reír, de mi mente no salía Stefan, cagándose en los pantalones.
—Quiero que te deshagas de tus invitados cuanto antes —me dijo papá—. No quiero que se presenten a la boda.
—No te preocupes, papá —controlé un poco mi risa—. Al fin que ni queríamos ir —tomé a James del brazo y me dispuse a salir.
—Ah, no, no, no —papá se interpuso en mi camino—. Tú no vas a ningún lado, ellos son los únicos que se van.
No era mi intención ser irrespetuosa con mi padre, nunca lo había sido, después de todo, él no era culpable de todo lo que me había pasado, pero no iba a permitir que tratara de esa manera a James y a su madre, la diversión no era crimen y nadie podía juzgarlos por su forma de ser.
—Me disculpo por todo esto, papá, no ha sido nuestra intención ofenderte o a los invitados —hablé con sinceridad—, pero no me quedaré en esta cena y mucho menos asistiré a esa boda.
—No te lo estoy preguntando, Charlize.
—Pues lo siento, papá, por si no te has dado cuenta, soy una mujer adulta y tomó mis propias decisiones desde los dieciocho años, y mi decisión en este momento es irme con James y Wanda.
—Pero ¿cómo te atreves a ponerlos por encima de tu familia, de tu hermana? —me miró mamá.
—Mi hermana se acostó con mi prometido —les aclaré—. Fue por ello que terminé la relación con Stefan, y si no me creen, me interesa muy poco —enseguida, miré a James y a Wanda—. ¿Nos vamos?
—Después de ustedes, preciosas damas —James nos sonrió.
Salimos de aquella cena de ensayo con la mirada de todos, siguiéndonos. Muchos sonreían divertidos, otros murmuraban cosas y otros, la "feliz pareja" no expresaban más, más que molestia en su rostro.
¿Y que les digo yo? Un día más con James en Zanzíbar, Tanzania.
—No, es que debieron ver la cara de todos —Wanda expresó divertida mientras caminábamos—. Yo me partí en risa al escucharlos.
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Un latido más
RomanceMi hermana me robó a mi prometido, eso era un hecho ... Que ¿cómo me sentí ante todo esto? Creí que lo había perdido todo, todo hasta que lo conocí a él ... el extrovertido chico-tanga-masturbador.