Hacía apenas unos minutos, nuestros pies habían tocado tierra española. No estaba muy segura del por qué, James, decidió ir a esa ciudad, obviamente, la cadena Castelfranco también tenía presencia ahí, pero por alguna razón que no sabía cuál, pensaba que el tarado que me abandonó, eligió ese lugar por algo en especial, no lo sé, era es como si fuese su estilo.—Sigo pensando que no debimos venir —dijo Morris mientras salíamos del aeropuerto.
—Y yo sigo pensando que no te debimos traer —le respondió Fabricio.
—Oye, no me hables así, sólo estoy intentando ser el más razonable de los tres.
—Morris, te juro que te dejaré sin sexo por todo un año, si sigues siendo tan negativo —Morris sonrió.
—No soportarías ni un día —soltó con arrogancia.
—¿Quieres ver que sí? —ambos se detuvieron y comenzaron a lanzarse miradas desafiantes.
—¿Quieren parar los dos? —supliqué al mirarlos—. Morris, sé que no estás de acuerdo con esto, pero necesito a mi amigo aquí y tú estás incluido en el paquete, así que por favor, apóyenme ¿quieren?
—Claro que sí, querida —Fabricio me abrazó.
—Lo siento —Morris me sonrió—. No eres la más inteligente de los tres y por eso te apoyaremos.
—Oye —Fabricio le lanzó un golpe en el abdomen y los tres sonreímos.
Continuamos con nuestro camino hacia la salida, al llegar ahí, observamos a Wanda, esperándonos con un hombre que parecía ser chofer.
De inmediato, las lágrimas picaron mis ojos y caminé más de prisa para abrazarla, ella recibió mi abrazo y comenzó a llorar. El dolor emocional que sentía se hizo más grande a cada segundo que pasaba entre los brazos de Wanda, tenía mucho miedo de pensar en lo siguiente que pasaría porque sin poderlo evitar, me había imaginado los peores escenarios respecto a James y eso sólo me hacía sufrir más.
—Gracias por estar aquí —susurró.
—No, gracias a ti por llamar —intenté sonreírle al separarnos.
—Mírate —sonrió mientras tocaba mi cabello—. ¿Qué te has hecho?
—Hola, soy el culpable de ese cambio —Fabricio se acercó mientras yo limpiaba mis lágrimas.
—Pues me encanta —expresó Wanda.
—Wanda, él es mi mejor amigo, Fabricio.
—Mucho gusto —la abrazó—. Charlize ha hablado maravillas de usted.
—Soy Wanda para ustedes —dijo mirando a Morris y a él.
—¿Qué tal? —Morris le extendió su mano—. Jordan, pareja de Fabricio y amigo de Charlize.
Sí, Jordan, ese era su nombre real, sólo que Fabricio había decidido llamarlo "Morris" por su gato muerto. Según mi endemoniado y loco amigo, los ojos de Morris le recordaban a los de su mascota de la infancia.
—Mucho gusto, Jordan —Wanda estrechó su mano.
—¿Cómo está James? —pregunté.
—Pues..., no muy bien, pero debemos darnos prisa antes de que lo den de alta.
—¿Cuál es el plan? —preguntó Fabricio como si se tratara de una misión.
—El plan es que no salga de ese hospital sin una cirugía.
—Y así será —sentenció Fabricio muy seguro de sí mismo—. No permitiremos que James salga del hospital.
—Gracias, Fabricio —Wanda le sonrió con sinceridad—. En verdad tengo la esperanza en que Charlize lo haga cambiar de opinión porque sinceramente, ya no sé qué más hacer.
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Un latido más
عاطفيةMi hermana me robó a mi prometido, eso era un hecho ... Que ¿cómo me sentí ante todo esto? Creí que lo había perdido todo, todo hasta que lo conocí a él ... el extrovertido chico-tanga-masturbador.