Derek narra:
Salir a la sociedad era un paso muy grande para una mujer, su futuro dependería en gran parte de la suerte que tuviera luego de hacerlo. Mi padre decidió que era hora de que Liana se presentara en la sociedad como lista para el casamiento, todo era parte de su plan, un detalle más que nos ayudaría en el cumplimiento de este. Con Liana esperando a algún pretendiente que la cortejara, era más fácil para mí ir mostrándole mis intenciones de pedir su mano prontamente. Casarme no era una prioridad para mí, tampoco un deseo, pero las circunstancias requerían de esto para salir adelante, quería complacer a mi padre y mantener nuestra reputación sin macha.
Sin embargo, a decir verdad, la tarea se me hacía más complicada cada día, Liana no era nada como lo esperé. Ella era una mujer con opinión propia, dulce, sincera, algo terca, pero, sobre todo aquello, me entendía. También había perdido mucho y, en cierto sentido, éramos parecidos. Me daba lástima pues sé que se estaba enamorando y me estaba confiando poco a poco su corazón, pero necesitaba hacer esto por mí. Había mucho en riesgo, la mansión, propiedades, servidumbre, socios, respeto y, lo más importante, mi futuro.
El vestido que ella llevaba aquella noche puedo jurar que lo había visto antes, pero no recuerdo dónde. Le sentaba bien. Pude notar lo nerviosa que estaba, se pasó todo el camino jugando con sus dedos, la tensión en su cuerpo era obvia.
El lugar estaba nítidamente decorado y ambientado, típico de los Birdwhistle. Sus celebraciones siempre se daban en grande, por lo que no me extrañaba que el lugar estuviera repleto de personas. Detestaba asistir a eventos de este tipo porque no los disfrutaba; los bailes, la música tan alta, las conversaciones vacías y el ambiente cargado de apariencias, simplemente repugnante. Pero formaba parte de esa vida, y era más una necesidad que un gusto asistir.
La primera hora en la fiesta estuve hablando con personas importantes, hombres de negocios y con mucho dinero, tenía la intención de conseguir inversionistas para el proyecto que tenía en mente, necesitaba a alguien que confiara en mi visión tanto como yo. No pretendía depender del dinero de la familia Basurto toda mi vida, no quería ser un mísero subordinado.
Perdí la cuenta de las mujeres que me invitaron a bailar aquella noche, invitaciones que negaba con amabilidad. En un momento llegué a divisar a los lejos a mi padre, quien se encontraba con Liana, cuando logró verme me hizo señas para que fuera con él. Me disculpé con la chica que me estaba hablando antes de retirarme, gracias al cielo porque no paraba de parlotear.
—Vamos a saludar a la familia Birdwhistle, actúen con amabilidad y cortesía, adúlenlos de ser necesario, debemos quedar bien con ellos. –dijo. Dejé escapar un leve suspiro y tensé la mandíbula, sentí la mirada de Liana encima de mí, pero lo ignoré. Mi padre empezó a caminar y le seguimos.
—¿Está todo bien, Derek? – me preguntó esa suave voz que casi no podía escuchar por la música y el murmullo de las personas.
— De maravilla. –dije secamente. Ella no volvió a decir nada más. Nos acercamos a un lugar menos poblado, donde el ruido era menor, allí estaban el señor y la señora Birdwhistle, sus dos hijos, el mayor de ellos y el cumpleañero y, por último, su hija menor.
—Phillip Birdwhistle. –el cumpleañero extendió su mano para estrechar la de Liana. La expresión de ella era inusual, como sorprendida, pero al mismo tiempo se notaba alguna familiaridad entre ellos, ella... ¿se rio?
—Liana Basurto, es un placer. – ¿a dónde se fueron los nervios y el miedo de antes?
—Feliz cumpleaños, joven Phillip. —mi padre felicitó a Phillip estrechando su mano luego de haber saludado a los demás.
—Felicidades. –dije simplemente estrechando su mano luego, el asintió mientras apretaba la mía. Luego procedí a saludar a su padre y a la señora Birdwhistle con un beso en el dorso de su mano. Ella rio con coquetería y le sonreí amablemente.
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TAN SOLO TRES MESES | COMPLETA
RomanceLiana era la única hija del señor y la señora Basurto, con dinero suficiente como para alimentar a todo el pueblo. Con todo eso, la teníamos aquí como sirvienta, ¿Cómo? "Ella no lo sabe, ¿Verdad?" Mi padre negó con su cabeza, mientras una pequeña so...