(Dedico este capítulo a arizajohanna 🤍 gracias por tu tremendo apoyo)
—Fue espectacular, no tengo ninguna queja. –dije por último después de haberle contado a las chicas lo bien que me había ido en la cita con el joven Phillip, incluyendo a la señora Amelia.
—¿Crees que quiera casarse contigo? –preguntó Flor emocionada, las demás me miraban con mucha atención y la señora Amelia mantenía una sonrisa divertida, disfrutando la situación.
—No lo sé... puede ser. –me encogí de hombros con una pequeña sonrisa. – De todos modos, es muy pronto para pensar en eso, solo nos estamos conociendo.
—Conociéndose para casarse. –replicó Flor, provocando que todas riéramos. Amaba estar con mis chicas y por ser mayores que yo me trataban como una hermana pequeña.
—No quiero llevarte la contraria, Liana, pero ese muchacho se ve muy interesado en ti. –dijo la señora Amelia secando algunos trastes. – Yo sé que no te interesa su dinero, pero con lo poderosa que es su familia te dará la vida que mereces. –Las demás muchachas estuvieron de acuerdo con lo dicho.
—Sí, lo sé... pero saben que lo más importante para mí es que haya amor, y yo aún no lo amo. –dije encogiéndome de hombros. – Ustedes no se imaginan la cantidad de parejas que vi en el baile de los Birdwhistle que no parecían felices.
—Es que el dinero no lo es todo. –comentó la señora Amelia.
—Pero no cae nada mal. –agregó Stepha, provocando que empezáramos a reír nuevamente.
—¿Y qué hay del joven Leblanc? –preguntó Flor, logrando que toda la atención volviera a enfocarse en mí. Sentí como un punzón en el corazón a la mención de su nombre. – ¿Qué se traen ustedes? –me señaló alzando una ceja.
—Con Derek... bueno, es complicado. –respondí rascándome la nuca y arrugando la nariz. – Es que él es tan... agh, no sé. –negué cruzándome de brazos y bajando la mirada. – ayer me besó. – y al decir esto todas las bocas se abrieron en señal de sorpresa ('o').
—¿Que él hizo qué? – las muchachas estaban hablando todas al mismo tiempo, haciendo preguntas como "¿En qué momento?" "¿Cómo sucedió?" "¿Te gustó?", tantas que me sentí abrumada y no sabía cómo responder.
—Chicas, chicas, tranquilas. –dijo la señora Amelia, tratando de calmar el ambiente. –Permítanla hablar. – las chicas entonces se callaron.
—Lo siento, Liana, es que... ¡Wow! Cuenta, cuenta. –se disculpó Flor. Me pasé las manos por el rostro y luego dejé escapar un leve suspiro. Derek no me había pasado por la cabeza por varias horas, y ahora que volvía a mis pensamientos me hacía sentir tan confundida nuevamente.
—Pues... bueno, ayer coincidencialmente nos encontramos en la biblioteca. Él estaba buscando un libro para leer y le recomendé uno de mis favoritos. –expliqué. – El punto es que tocamos el tema del señor Birdwhistle, me dijo que se alegraba de que tuviera nuevos amigos, pero sé que sus palabras no eran genuinas. Yo le dije "no esperará que usted sea mi único amigo" y respondió que no pretendía ser mi amigo. –estaba hablando muy rápido y las chicas trataban de seguirme el hilo como podían. – Entonces me ofendí pensando que no le agradaba, pero no, él me dijo que le agradaba mucho.
—Es obvio que quiere ser más que tu amigo, Liana. –dijo Stepha y las demás estuvieron totalmente de acuerdo. – ¿Y cuándo se besaron?
—Paciencia, chicas. –dijo la señora Amelia. La miré agradecida.
—Entonces me preguntó qué le veía al señor Birdwhistle, y le dije lo obvio: que era dulce, educado... y parece que eso le ofendió ya que tuvo la intención de irse. Tengo algo de culpa, quería verle mostrar si realmente sentía algo por mí. –expliqué. – Y haciéndoles más corta la historia, le pregunté si así pensaba conquistarme. – La cara de sorpresa no se les quitaba a las chicas. – Así que se devolvió, me dejó claro que no buscaba fingir para agradarme, ni que era como el señor Birdwhistle, que no buscaba mi admiración y que simplemente quería que le amara por lo que es, entonces me besó. –repetir sus palabras me causó tantas sensaciones, ese hombre me volvía loca y no sé si eso era bueno.
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TAN SOLO TRES MESES | COMPLETA
RomanceLiana era la única hija del señor y la señora Basurto, con dinero suficiente como para alimentar a todo el pueblo. Con todo eso, la teníamos aquí como sirvienta, ¿Cómo? "Ella no lo sabe, ¿Verdad?" Mi padre negó con su cabeza, mientras una pequeña so...