CAPÍTULO 12

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Era la segunda noche que pasaba solo con Harry en la gran casa de Gemma y Niall.

El omega había llamado en algún momento del día para preguntarle cómo se encontraba, fueron palabras rápidas, el celo aún no terminaba.

Niall habló con Harry para saber cómo iba todo en casa, necesitaba saber que su amigo se encontraba bien, el alfa informó que Louis estaba en sesión, ya que la necesitaba mucho.

Niall hablaba del otro lado de la línea. —Harry, encárgate de que Louis coma, cuídalo, dale su espacio, pero no lo dejes solo, no permitas que se quede enterrado en sus pensamientos, dile que recuerde el cuaderno de apuntes. Eso lo ayudará.

El alfa suspiró pesado escuchando todo lo que el omega ordenaba. —Hazle saber cuánto lo queremos y por último mañana es el día de riego de mis plantas, encárguense los dos por favor y ten cuidado de no pisarlas con tus enormes pies. —ordenó a través de la línea, hablando rápido y sin detenerse.

—Como tu dig… —Niall colgó el teléfono—. El alfa bufó dejando el aparato sobre la mesa, se puso en pie en busca de Louis al escuchar que su sesión concluyó.

Louis se encontraba en la cocina. Antes de su cita en línea, Harry le dio la idea de hornear algunas pizzas caseras, ya que tenía el deseo de comer algo preparado en casa.

Louis estaba tan emocionado que correteó dentro de ella buscando todos los ingredientes, estuvo a punto de pedir permiso para entrar y hacerlo, pero Harry se adelantó diciéndole que esa era su casa y que no debía pedir permiso de nada.

Harry fue a lavarse las manos, cuando el alfa regresó a la cocina y lo encontró untando salsa sobre dos círculos de masa, volteó a verle y más tierno no se podía ver.

Tenía manchas de harina en la cara y cabello, Harry dejó salir una pequeña carcajada.

—¿Qué sucede? —preguntó con algo de vergüenza.

—Nada. —se apresuró a decir al ver la cara de preocupación de Louis—. Es solo que tienes harina en el rostro. —señaló las partes manchadas.

—¡Oh! —expresó sonrojado y apresurándose a limpiar donde Harry le indicaba.

—A ver, permíteme. —tomó un trapo y sacudió la piel del castaño, el alfa notó el sonrojo cubrir su rostro.

—Listo. —Harry sonrió.

—Gracias, mmm estaba esperándote para poner los ingredientes. —intentó cambiar el tema para ocultar el carmín de sus mejillas.

—Perfecto. —El alfa habló con una enorme sonrisa, sujetó su cabello con una coleta, acercándose hasta donde estaba Louis.

—Quiero pimientos, cebolla, algo de carne y mucho queso, ¿y tú? —Harry ordenaba los ingredientes.

—Peperoni y queso, mucho queso. —dijo queriendo esbozar una sonrisa.

El alfa encendió la radio para escuchar un poco de música, el ambiente era cómodo y tranquilo, estas canciones hacían que Harry se moviera de un lado a otro, por un momento imaginó cachorros corriendo a su alrededor y él junto a Louis sonriendo plenamente haciendo de la cocina una pista de baile.

Cenaron uno frente al otro compartiendo miradas, Harry hablando de forma pausada haciendo movimientos con sus manos para darse a entender, Louis escuchaba atentamente todo lo que decía.

El alfa intentó cubrir su natural torpeza con chistes malos, haciendo que las comisuras de Louis se elevarán un poco.

Fue agradable el momento de tranquilidad.

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