CAPÍTULO 23

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La sala principal fue acomodada, quisieron comer ahí y pasar un buen rato.

Emy se escondía cada que Niall lo veía, daba pequeñas sonrisas y sus mejillas se volvían más rojizas cuando el omega le hacía cariños a los lejos.

Niall terminó de comer viendo con emoción a todos, pero con un gran deseo de comer el pedazo de pastel que su alfa sostenía.

—Ya no más, Niall te dolerá el estómago. —Gemma habla con la vista fija en su plato.

—Pero es tu bichito el que quiere comer, no yo.

Gemma negó con su cabeza tratando de esconder la sonrisa que se escapaba de sus labios.

—Por favor, alfita hermosa y bella. —Al no recibir respuesta, el omega siguió halagándola—. Gemma, la alfa más valiente y guapa de todo este mucho. —terminó abriendo sus manos en movimientos exagerados.

—Está bien, pero si te sientes lleno o con molestias no sigas comiendo, ¿sí?

—Te amo Gemita bella y nuestro bebé también te ama. —Le habló tomando la porción mientras se acariciaba el vientre con la otra.

Emy tenía un pedacito de pastel sobre un pequeño plato, vio a Louis y luego a Trisha.

—Isha. —llama su atención.

—¿Dime cachorro? —respondió la alfa en tono enternecido.

El pequeño mostró su pastel a la alfa llevando sus deditos a su boca de nuevo.

—¿Es para mí?

—No. —movió la cabecita de un lado a otro mientras sonreía.

—¿Para mami? —pregunta la alfa mientras señala a Louis.

Emy se quedó viendo a Louis, le sonrió, pero también negó en tanto Louis peinaba sus dorados cabellos.

Era una cosita regordeta muy linda.

Entonces Emy sonrió viendo a Niall para luego esconderse entre Louis y Harry.

—¿Para mí? —Niall posó su mano a la altura de su pecho, tenía la boca manchada de pastel y lágrimas en los ojos.

Emy sacó su carita detrás del cuerpo de Louis y sonrió de nuevo.

Sin sentir el omega, derramó algunas lágrimas, buscó una servilleta y limpió sus labios.

—Emy mi pequeño amor, gracias que lindo eres pequeño botoncito de la flor más bella y hermosa de todo el universo. —Se acercó y llevó a sus labios el pastel—. Ya ven todos, aprendan de mi sobrino favorito de todo el mundo, él sabe cómo cuidarme.

Resonaron las risas en el lugar estremeciendo un poco al niño que durante toda su corta vida ha interactuado con tres personas.

—Tranquilo cachorro, no te preocupes. —Harry le habló mientras ofrecía un poco de fruta picada al pequeño.

—Emy es un gran niño, yo estaba asombrada de la inteligencia que posee, es tan bueno y protector.

—Gracias, Trisha, gracias por cuidar de mi vida. —Louis cargó a Emy sentándolo en sus piernas mientras Harry le daba algunos trozos de fruta para que las comiera, limpiaba su rostro con una servilleta y Emy abría sus ojos con asombro cuando el alfa se acercaba a limpiarlo.

—Me hará mucha falta, pero ahora está donde siempre perteneció. —Ella sonríe.

Louis sonrió viendo los gestos del pequeño al probar un pedacito kiwi. —¿No te gusta bebé? —pregunta, pero Emy no responde, solo toma un trozo de fruta y lo lleva a los labios de su mami para que coma.

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