CAPÍTULO 29

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Los días continuaban pasando, Niall iba a chequeos regularmente. Su embarazo avanzaba a la perfección, Gemma estaba muy feliz y habían empezado a comprar cositas para el cachorro.

Niall estaba bajo revisión con su dieta, el omega tuvo un lapso donde su estómago no toleraba cosas dulces. Así que ahora que estaba mejor; Harry, Louis y Gemma le ayudaban para que su recuperación fuera lo más pronto posible.

Según su doctora especialista estaba a punto de cumplir 4 meses, cuando se enteró de que estaba en cinta tenía cerca de los dos meses.

Al momento de realizarle el ultrasonido y poder escuchar el corazón latir de su pequeño se emocionó tanto que pasó llorando toda la tarde. Pidió que le imprimieran unas fotos del ultrasonido para obsequiar a sus amigos y llevar una a casa para presentarlo a sus plantas y ocupar un lugar especial en el pasillo de pinturas.

Louis seguía haciendo postres, el omega se hizo de ciertos clientes, cocinar, le relajaba y gustaba mucho de prepararlos, siempre daba un pequeño toque a sus creaciones.

Hizo una entrega de unas mini tartaletas y el comprador quedó encantado con la presentación.

Harry estaba orgulloso de sus logros, hacer algo que le gustaba, de verlo sonreír y tener más confianza de sí mismo. 

Le obsequió algunos libros de repostería y Louis parecía superarse cada día más, ahora con sus ingresos podía colaborar en las compras en la casa y suplir cosas necesarias para Emy.

Emy estaba muy apegado con Harry, su confianza mejoraba cada día, seguía siendo algo callado, pero el pequeño era muy inteligente.

Y pues con el cortejo todo iba a su ritmo, no forzaron nada para que ambos se sintieran bien y tranquilos. Harry aún seguía sintiendo que debía esperar un poco más. No es que Louis no se sintiera seguro con él, Harry quería hacer todo perfecto para Louis.

El omega no podía amar más a Harry, su alfa tan respetuoso dándole el debido espacio, estando a su lado cuando sin decir palabras él le amaba y le hacía sentir querido.

Se pertenecían y no había ningún problema con ello. Harry estaba feliz y Louis también.

Liam y Zayn estaban en contacto, oficialmente estaban saliendo y el alfa no podía separarse del omega.

Y pues bueno, antes de la calma viene la tormenta, eso dicen.

Rumores empezaron a circular, pero ellos no se amedrentaron por nada, así que pasaron el resto del día juntos.

Los alfas llamaron para informar que estarían más tarde de lo normal en el trabajo, pues, había algunos inconvenientes con el avance de la investigación. 

No sabían mucho, pero otro auto estuvo vigilando afuera de la casa de Gemma y Niall, Zayn informó que por petición de Liam no saldría de casa a menos que él fuera acompañándolo. 

La semana transcurrió en que Harry y Gemma llegaban a casa muy agotados, iban directo a los brazos de sus omegas buscando un poco de alivio en su olor.

Harry estaba trabajando en sus pinturas nuevamente y Emy era quien le acompañaba en su tiempo en el jardín, mientras Louis preparaba algunas entregas de postres que le solicitaban.

Esa tarde Gemma llevó a Niall a revisión, le recetaron unas pastillas, pues, últimamente, no había podido dormir bien.

El rubio omega se encontraba sentado en el sofá acariciando su estómago.

—Pequeño y lindo bichito, ¿por qué no dejas a mami comer pastel de chocolate? El tío Louis los hace tan deliciosos.

—Niall ¿te sientes bien? —Gemma llegó a su lado con un té de manzanilla.

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