CENIZAS

CAPÍTULO 20

Su omega ronroneaba de felicidad por el estado en que se encontraba, después de todo las cosas empezaban a estar bien o al menos eso parecía.

Zayn apareció, Niall tendría un bebé y lo más importante era que su omega regresó y agregado se encontraba plácidamente dormido en los brazos de su alfa.

Las heridas de Harry sanaban con facilidad y rapidez, el omega ya no se sentía tan débil.

Las caricias que Harry le hacía en el cabello lo despertaron.

—Buenos días, dormilón, lamento despertarte, pero tu comida se enfriará cielo. —Lo primero en ver fue esa magnífica sonrisa.

—Buenos días, alfa... Digo Harry, digo yo, lo siento, perdón. —Louis se escondió bajo las mantas cerrando los ojos con fuerza, avergonzado de esa palabra.

—Buenos días, omega. —La risa ronca de Harry retumbó en sus oídos, lo abrazó para acercarlo más a él para descubrir su rostro y apreciarlo mejor—. No te escondas, déjame verte.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el omega rozando uno de los vendajes.

—¡Auch! Lou eso dolió. —Louis abrió los ojos en grande empezando a disculparse.

—Lo siento, lo siento, lo siento Harry, perdona, no quise lastimarte. Es que pensé que yo podía...

—No, Louis, es una broma cariño, tranquilo, tú me haces bien, ¿comprendes? Eres mi omega y eso también ayuda mucho en la curación. —El ojiverde se burló un poco de su reacción, expresión sorprendida y rostro totalmente rojo.

—Eres un tonto, me asustaste, pensé que te había hecho daño. —Louis le retó. Harry le observó sintiéndose aún más atraído.

Louis se quedó viéndole fijo, perdió la noción del tiempo observando el rostro del alfa, Harry se sintió un poco intimidado bajo la atenta mirada del chico en sus brazos.

El omega rio enternecido al ver el sonrojo que pintaba sus mejillas.

Se sentó sobre la cama, Harry emitió un sonido que nació de su garganta por la separación del omega, Louis se dio vuelta para que su pecho sostuviera la espalda de su alfa.

—Estás un poco despeinado. —masajeó su cuero cabelludo desenredando los rizos del alfa que empezaba a cerrar los ojos bajo la relajante sensación—. Me encanta tu cabello.

—Gracias Lou, eres un amor.

—No es nada, estás herido. —suspira—. Ayer me asusté mucho, pensé que tus heridas eran graves y que todo fuera por mi culpa.

—No Louis, no te preocupes, ellos no pueden hacerme nada.

—Pero mira tus heridas, te lastimaron mucho. —Louis recostó su rostro sobre la cabeza del alfa y le abrazó con timidez. Harry tenía vendajes por todos lados.

—No esas son heridas de cuerpo Solamente una persona puede hacer que pase algo y en realidad me afecte, dime, ¿qué se siente cariño? —preguntó Harry de la nada, recordando a todos su linaje puro, diciendo que nada podía derribarlo o hacerlo sufrir.

—¿El qué?

—Saber que solo tú me puedes hacer daño. Tú puedes destruirme, eres mi omega yo tu alfa. Si algo te pasa yo...